Los hospitales extreman las precauciones tras los intentos de robos de bebés

Los cinco intentos de robo de bebés en La Fe y el Hospital Santa Lucía de Cartagena, todos ellos protagonizados en pocas horas por la misma mujer, han obligado a la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública a recomendar a las unidades de maternidad que extremen la vigilancia y el cuidado de los recién nacidos y menores ingresados. La Dirección General de Asistencia Sanitaria envió ayer a todos los departamentos de Salud de la Comunitat Valenciana una circular con instrucciones para que adopten precauciones, como avisar de inmediato al personal de seguridad cuando detecten la presencia de una persona sospechosa.

Según informaron fuentes de la Conselleria de Sanitat, las medidas preventivas «están dirigidas a garantizar la seguridad de los bebés». Como ya informó LAS PROVINCIAS, la diligente actuación de los vigilantes de La Fe posibilitó la detención de una joven que intentó robar tres bebés en este centro hospitalario y otros dos en el Hospital Santa Lucía de Cartagena. Los insólitos hechos ocurrieron el pasado domingo en menos de ocho horas.

Uno de los cinco intentos de sustracción de un recién nacido tuvo lugar sobre las siete y cuarto de la tarde del domingo en la habitación 318 de la torre F de La Fe. La joven disfrazada de enfermera entró en la habitación, manifestó que tenía que hacerle una prueba médica al bebé y cogió a la criatura, que estaba en brazos de un familiar. Las sospechas del padre, médico de profesión, acabaron por descubrir a la falsa sanitaria y frustraron el intento de robo del recién nacido. Aunque llevaba una bata blanca de enfermera, el aspecto desaliñado de la mujer hizo que el padre desconfiara. Además, el médico le preguntó sobre algunos detalles de la prueba que supuestamente iban a realizar a su bebé y obtuvo respuestas incoherentes.

El hombre arrebató entonces a su hijo de los brazos de la joven, quien huyó de la habitación. Segundos después, el padre comunicó los graves hechos a los sanitarios que estaban trabajando en la tercera planta y estos avisaron a los vigilantes. Tras este intento fallido, la falsa enfermera se coló en una habitación cercana para coger otro bebé, pero no había ningún neonato, ya que la paciente aún no había dado a luz. Luego entró en otra habitación pero fue expulsada por las personas de etnia gitana que había dentro.

Los sanitarios informaron de los graves hechos a los padres de los bebés hospitalizados para que tomaran precauciones. También les dijeron que acompañaran a cualquier enfermera que intentara llevarse a un neonato, ya que la joven permanecía en La Fe y podría coger otro recién nacido con la misma excusa de una prueba médica.

Una media hora después del alarmante aviso, el padre de una niña hospitalizada en la planta G sorprendió a la falsa enfermera cuando se deshacía de la bata y alertó a dos vigilantes que iban tras sus pasos. La colaboración de este hombre de 37 años, que siguió a la joven hasta la segunda planta, posibilitó la captura de la mujer. Posteriormente, la policía comprobó que ese mismo día la joven había intentado robar otros dos bebés en el Hospital Santa Lucía de Cartagena. Luego subió a un autobús y llegó a las 15 horas a Valencia. Así lo indicaba un billete encontrado en un bolsillo de la bata. La mujer declaró a la policía que trató de apoderarse de los recién nacidos porque teme no poder tener hijos tras sufrir dos abortos.