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colpisa
Martes, 23 de agosto 2016, 10:53
La Policía Nacional ha detenido a una mujer de origen asiático dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y al favorecimiento de la inmigración ilegal de personas de su misma nacionalidad. Gracias a una denuncia anónima al teléfono de lucha contra la trata, donde se manifestaban que varias mujeres estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución contra su voluntad, los agentes conocieron estos hechos y pudieron iniciar las investigaciones.
Estas cinco mujeres vivían hacinadas en una habitación de la vivienda en Gerona y eran vigiladas permanentemente mediante una cámara. Tan sólo se les permitía salir de esta habitación para dar servicio a los clientes Desde la puesta en marcha, en 2013, de este servicio de comunicaciones para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia anónima y confidencial de este tipo de delitos se han recibido cerca de 6.000 comunicaciones.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, en funcionamiento desde 2013 y que motivó la activación de la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.
Desde entonces, la Policía Nacional ha detenido a más de 2.500 personas por este delito y ha llevado a cabo más de 800 operaciones.
Tras las informaciones recibidas, los agentes constataron los hechos comprobando que la mujer de origen chino ejercía funciones de control sobre las víctimas. Durante el registro los investigadores pudieron comprobar que las mujeres se encontraban en la vivienda en situación irregular y estaban siendo víctimas de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Vivían hacinadas en una pequeña habitación cuyo ambiente contrastaba con las otras habitaciones destinadas a ejercer los servicios, más ordenadas, salubres y con aire acondicionado. El control era tal que eran vigiladas permanentemente a través de una cámara situada en su habitación, de la que no podían salir si no era para dar servicio a los clientes en jornadas maratonianas de 24 horas.
Durante el registro en la vivienda los agentes se han incautado de diversa documentación como agendas y cuadernos de contabilidad donde se pudo verificar el doble recuento por parte de la controladora, por un lado lo que obtenía por el servicio de las chicas y por otro lo que percibían las víctimas, así como 4.600 euros en metálico.
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