La acusación particular pide que un solo juez investigue los homicidios de Marta Calvo y otras dos mujeres

La abogada de la madre de Marta Calvo ha solicitado a la jueza instructora de Alzira la acumulación de todas las causas en el primer juzgado de Valencia que investigó al presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., el narcotraficante encarcelado por matar a la joven y descuartizar el cadáver.

La petición de la acusación particular pretende que un solo juzgado investigue los cuatro homicidios, uno de ellos en grado de tentativa, y siete delitos contra la libertad e indemnidad sexual que la Guardia Civil y la Policía Nacional atribuyen al delincuente colombiano.

Según las investigaciones, Jorge Ignacio introducía cocaína en los genitales de las mujeres, sin su consentimiento, con las que mantenía relaciones sexuales. La abogada que representa al padre de la víctima ha pedido a la jueza de Alzira un informe que acredite la peligrosidad y dolo de esta práctica sexual. Ocho víctimas, al menos, sobrevivieron a la «fiesta blanca» y otras tres jóvenes murieron, entre ellas Marta, según las investigaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

El Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia fue el primero que investigó al presunto asesino en serie tras la muerte de Arliene R., una prostituta que falleció en el hospital días después de mantener relaciones sexuales con Jorge Ignacio en una casa de citas de la Gran Vía Marqués del Turia.

El narco huyó cuando la mujer empezó a sufrir convulsiones. Sus compañeras de piso acudieron a la habitación, pensando que podía estar sufriendo algún tipo de maltrato, pero la encontraron inconsciente y llamaron al 112. La joven falleció días después en el Hospital Clínico. La Policía Nacional identificó plenamente al narcotraficante colombiano y lo investigó por esta muerte.

La muerte de Lady

Como ya informó LAS PROVINCIAS, el Grupo de Homicidios de la policía Nacional obtuvo pruebas que implican a Jorge Ignacio en la muerte de una joven por sobredosis de cocaína en junio de 2019 en un piso de Valencia. La policía sospechaba que el delincuente colombiano era el presunto autor de la muerte de la prostituta Lady M. V., que tenía 26 años, tras analizar un teléfono móvil de la víctima y encontrar la conversación de wasap que mantuvo con su último cliente, aunque no pudo identificar al sospechoso.

El homicida se llevó uno de los dos teléfonos que usaba la mujer con la intención de que la policía no pudiera localizar sus mensajes ni averiguar su implicación en la muerte de Lady, pero los investigadores encontraron la conversación en el otro móvil.

El cadáver de Lady no presentaba signos de violencia cuando fue hallado por la dueña de la casa un día después de su muerte. La policía barajó en un principio la posibilidad de que la prostituta hubiera fallecido por una intoxicación de cocaína, ya que los agentes no encontraron indicios criminales en la vivienda de la avenida de la Plata.

Cuando la Guardia Civil detuvo a Jorge Ignacio por el crimen de Marta Calvo, la Policía Nacional aún no sabía las causas de la muerte de la joven colombiana. Tras constatar el Instituto Nacional de Toxicología la presencia de gran cantidad de cocaína en el cadáver de Lady, los investigadores acudieron a la cárcel de Picassent y detuvieron al narco por un delito de homicidio, ya que consideran que pudo haber provocado la sobredosis de droga al introducir la cocaína en los genitales de la víctima sin su consentimiento.

Además, las pruebas de ADN incriminan a Jorge Ignacio al situarlo en la escena del supuesto crimen. La Policía Científica encontró restos biológicos del delincuente colombiano tras una minuciosa inspección en la casa donde murió Lady. El cotejo del perfil genético de estas muestras con el ADN del narcotraficante dio positivo en el laboratorio de la Policía Nacional.

Tentativa de homicidio

La Policía Nacional atribuye también al narcotraficante otro delito de homicidio en grado de tentativa que corresponde a otra cita sexual con una mujer joven, que se negó a que el individuo le introdujera cocaína en sus genitales, como sospecha la Guardia Civil que hizo con Marta. Cuando la prostituta se dio cuenta de que el cliente pretendía meterle droga en la cavidad vaginal sin que ella diera su consentimiento, discutió con Jorge Ignacio y lo echó de la vivienda.

La Guardia Civil baraja como hipótesis principal que Marta Calvo falleció por una sobredosis de cocaína provocada por el narcotraficante. El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil concluye en un informe que la muerte de la joven «no fue accidental» ni la consecuencia de una acción imprudente, sino un homicidio doloso por «el afán egoísta del detenido por satisfacer sus inclinaciones sexuales».

Tras localizar y tomar declaración a siete prostitutas, la Guardia Civil considera que puso en peligro las vidas de estas mujeres con un mismo patrón de conducta sexual, y por ende, acusa al detenido de otro siete delitos contra la libertad e indemnidad sexual.