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Á.S / AGENCIAS
Valencia
Sábado, 2 de febrero 2019
El viento que trajo la borrasca Helena, que dejó ayer rachas de más de 120 kilómetros por hora en algunos puntos de la Comunitat Valenciana, provocó una jornada repleta de incidentes. El más grave de ellos fue un accidente mortal, en La Font de la Figuera, donde falleció el conductor de uno de los dos camiones que volcaron por las fuertes rachas, en la A-33. Además, en Moncofa hubo que rescatar a una surfista que no podía volver a la orilla y los consorcios provinciales de bomberos tuvieron que participar en cientos de servicios por todo el territorio.
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Y es que la Comunitat Valenciana se encuentra en alerta por vientos, que en el caso de la provincia de Castellón es naranja, ya que las rachas pueden alcanzar los 120 kilómetros por hora en el interior norte, los 110 kilómetro en el litoral norte y el interior sur, y los 100 en el resto de la provincia.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en los momentos más duros del temporal de viento en el interior y prelitoral de la provincia de Castellón, vividos ayer a media tarde, se registraron rachas de 117 km/h en Morella; 116 en Fredes; 106 en Vilafranca; 103 en Montanejos y 102 en Atzeneta del Maestrat. Por su parte, la Asociación Valenciana de Meteorología (AVAMET) informó de rachas de 132 km/h en la Serra d'en Galceran; 124 en Xert; 114 en Xixona; 109 en Ayora; 109 en Catí; 106 en Xodos y la Font de la Figuera, y 103 en Canet lo Roig y Albocàsser.
El incidente más grave se dio en el kilómetro 86 de A-33. Sobre las 6.50 horas de ayer, dos camiones frigoríficos volcaron y falleció el conductor de uno de ellos, mientras el otro resultó herido. Como consecuencia la vía estuvo cortada en ambos sentidos a partir del kilómetro 89 mientras se retiraban los camiones y se desvió el tráfico por la A-31 y la A-35. Varias patrullas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia se desplazaron con urgencia al lugar para auxiliar a los camioneros y regular la circulación.
Se da la circunstancia de que desde La Font de la Figuera ya habían alertado del problema provocado por las fuertes rachas de viento que soplan en la zona, muy utilizada por todo tipo de vehículos para circular en dirección o desde Murcia. El primer edil de La Font, Vicent Muñoz, explicó ayer que cuando se proyecto la A-33, «ya se dijo que no era un buen sitio». «Los más viejos del lugar alertaron de que en la N-344 ya había problemas por el viento, y el nuevo trazado discurre varios metros por encima. Sobre todo los camiones iban a tener problemas: elevar la altura 4 ó 5 metros no era buena idea», aseguró el alcalde, que señaló, asimismo, que hicieron partícipes de sus dudas al Ministerio de Fomento y la Generalitat. Incluso desde el Consistorio fuentehiguerense trasladaron la necesidad de instalar barreras contra el viento en los pasos elevados, como precisamente ocurre en el tramo donde sucedió el accidente, «pero se nos dijo que no podían ser demasiado altas porque entonces tendríamos el riesgo de que se cayeran también por el viento»: «El problema es saber hasta dónde se pueden colocar». «Nunca se han atendido las necesidades de La Font de la Figuera», lamentó Muñoz, que aseguró que el accidente de ayer se podía haber evitado con más medidas de cortavientos en las zonas más elevadas de la nueva carretera.
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Las fortísimas rachas de viento obligaron a los servicios de emergencias a actuar para rescatar a una paddlesurfista en la playa de Moncofa que no podía salir a causa del fuerte viento, según informó ayer el Consorcio Provincial de Bomberos. Además, el viento dificultó la extinción de un incendio declarado al mediodía en Confrides, que obligó a movilizar hasta cinco medios aéreos, de los que tres se retiraron a media tarde, y a desalojar a una decena de vecinos de casas diseminadas de la zona. También se desplazaron al lugar seis dotaciones de Consorcio de Bomberos, tres unidades de bomberos forestales de la Generalitat, cuatro autobombas, un capataz coordinador, tres agentes medioambientales y una unidad de prevención, según el 112.
No fue el único incendio declarado durante el día de ayer. En Potries, en la comarca de la Safor, efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos tuvieron que emplearse a fondo para reducir un fuego que se declaró en una zona de cañar alejada del núcleo urbano. Sin embargo, de nuevo las rachas de viento dificultaron las labores de los especialistas, aunque el incendio se dio por controlado a las 17.41 tras quemar 2,5 hectáreas de cañar y monte bajo. Los bomberos de las tres provincias fueron también movilizados a cerca de medio centenar de incidentes provocados por el viento, como la revisión de tejados o carteles, la retirada de árboles caídos o de toldos, el saneamiento de ventanales rotos o balcones, o para asegurar fachadas de fachadas.
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Por otra parte, el viento obligó a cerrar al público el castillo de Santa Bárbara de Alicante, para evitar que posibles desprendimientos, respectivamente, dañaran a los viandantes. La nieve también se dejó notar en el norte de Castellón. Varios equipos de máquina quitanieves recorrieron las carreteras del interior de la provincia para realizar rutas de nevadas asignadas en la comarca de Els Ports y en la zona de la Tinença de Benifassà, donde nevó por encima de los 900 metros.
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