Una amiga del casero asesinado dice que tenía previsto expulsar la casa a los cuatro acusados del crimen de Gestalgar

Que Alfredo tenía problemas con los inquilinos a los que les había alquilado una habitación en su vivienda era un secreto a voces. Una amiga del fallecido ha declarado durante la segunda sesión de juicio contra los cuatro acusados de matar, descuartizar, incinerar y robar a Alfredo, que la víctima llevaba tiempo queriendo que los procesados abandonaran su vivienda.

«Me dijo que a principios de mes iba a hacer que se fueran», ha asegurado la mujer ante los miembros del Tribunal del Jurado. Al parecer, días antes de que fuera asesinado, el hombre estaba angustiado por la mala convivencia con Pilar, Laura, y sus respectivas parejas, Luis Marcos y Alan.

A la segunda sesión del juicio, celebrada en la sala Tirant lo Blanch I de la Audiencia Provincial de Valencia, también ha acudido a declarar la vecina de Alfredo. La mujer ha asegurado que en aquella vivienda «las peleas eran frecuentes. No se le oía a él chillar, pero sí a las mujeres que acudían a su casa».

Según ha asegurado la testigo, el fallecido «tenía problemas con el alcohol y las drogas y eso hacía que se trajera a casa a personas que no se sabían controlar» por las adicciones.

Los peritos también han acudido a prestar declaración y han recordado que el cuerpo de Alfredo, del que presuntamente los encausados se deshicieron en la localidad de Gestalgar, estaba irreconocible. Estaba desmembrado y calcinado. Lograron reconocerlo por un implante que llevaba.

Alfredo falleció de un traumatismo craneoencefálico provocado por un golpe con un objeto contundente que le causó la muerte inmediata, han asegurado los expertos. Ninguno de los investigados se declaró culpable del asesinato así como sí que reconocieron que ayudaron a esconder el cadáver y emplearon la tarjeta de crédito del fallecido. Sin embargo, el único que aportó detalles sobre el crimen fue Luis Marco, el que era pareja de Pilar.

El hombre aseguró que fue su exnovia la que acabó con la vida de su casero golpeándole con una tabla de cortar carne y que después lo escondió tras el sofá y le pidió a él que lo desmembrara y lo metiera en una caja para deshacerse de las pruebas.

La Fiscalía pide para los cuatro investigados la pena de 25 años de prisión por el delito de asesinato, cuatro meses por el delito de profanación del cadáver, dos años de cárcel por el delito de estafa y a Pilar y a Luis Marco un año de prisión por falsedad documental por haber elaborado un contrato de arrendamiento en el que figuraban ellos. Será el Tribunal del Jurado el encargado de emitir el veredicto de culpabilidad o inocencia de los procesados.

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