Asesinato en Alzira: «Ya le habíamos dicho a Raquel que no fuera a la casa porque le podía hacer algo»

«Ya le habíamos dicho que no subiera a la casa, que le podía hacer algo», señaló una de sus amigas rota de dolor. Todas recordaron cómo los últimos años de la pareja habían sido una tortura para ella con «humillaciones, insultos e incluso amenazas», pero la víctima no había presentado, al parecer, ninguna denuncia.

Según el círculo de amistades de la mujer, Bartolo controlaba a Raquel y la quería separar de todos e incluso piensan que podría haber planeado el crimen tras una discusión anterior por la venta de la casa. Por esta razón, Raquel había acudido a la vivienda, acompañada de su hijo, pero no fue suficiente para evitar el asesinato.

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«Nos la han matado», gritaba una de las hermanas de la mujer al bajar de la vivienda y reencontrarse con sus amigas, que intentaban consolarla. «No se merecía esto», añadía Ángeles.

El matrimonio entre ambos había durado doce años y hace unos cuatro meses Raquel decidió poner punto y final a esta relación. Ambos habían estado casados anteriormente. Según estas fuentes, Bartolomé criticaba duramente a los hombres que cometían actos de violencia contra las mujeres cuando veían los casos por televisión «pero luego mira lo que ha hecho él, menudo cobarde, se tenía que haber disparado primero».