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Lina Marcela Betancourt tenía tan sólo 23 años cuando falleció. La joven fue a realizarse un aumento de pecho, pero terminó perdiendo la vida. La Fiscalía ha abierto una causa contra el anestesista, acusado de homicidio imprudente. Al parecer, el acusado dejó sola en el pasillo a la víctima sin ningún tipo de atención médica ni monitorización tras realizarle la intervención. Por estos cargos se enfrenta a una pena de 4 años de prisión y a otra pena de 4 años de inhabilitación de su profesión.
A las 13.25 horas una de las empleadas de la limpieza del Hospital 9 de Octubre, lugar en el que le realizaron la operación, advirtió de la presencia de la paciente en el pasillo. Le preguntó si tenía frío, pero la paciente no le contestó. Ya a las 13.50 horas, al ver el estado en el que se encontraba Lina Marcela, la empleada de la limpieza gritó pidiendo que acudiera un médico para atenderla.
La víctima había entrado en parada cardiorrespiratoria. Después de realizarle las maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP). La paciente recuperó el ritmo cardíaco después de tres descargas y la trasladaron a la UCI. Ya el 24 de agosto fue remitida al Hospital Clínico Malva Rosa. La paciente entró en coma con mal pronóstico de recuperación y falleció un mes después.
Los hechos ocurrieron el 8 de agosto de 2019. La joven contrató la intervención con la clínica Dorsia y le realizaron la intervención en el Hospital 9 de Octubre. Después de cuatro años de lucha dado que los representantes del demandado pretendían archivar el procedimiento, la acusación particular ejercida por Andrea Sáez del despacho Sánchez Abogados ha conseguido la calificación fiscal y por consiguiente, la apertura de un juicio oral.
Según el relato del Ministerio Fiscal, Lina Marcela murió dado que el anestesista, que estaba a cargo de la paciente después de la intervención, no adoptó las medidas adecuadas. Dejó sola a la víctima. Sin ningún tipo de vigilancia ni control ante posibles complicaciones después de que le hubieran realizado el aumento de pecho. Además, la Fiscalía considera que el acusado no tuvo en cuenta la alergia de la fallecida a un medicamento. La propia paciente lo indicó antes de que la operaran.
Como consecuencia de esto, la joven de 23 años padeció una gastritis aguda. Esta condición, junto con un edema cerebral fueron las causas del fallecimiento de Lina Marcela después de haber estado un mes en coma tras la intervención. La fallecida tenía también una hija de tan sólo tres años, que ahora ya no recuperará a su madre.
La Fiscalía solicita para el acusado, además de una pena de cuatro años de prisión y otros cuatro de inhabilitación del ejercicio de su profesión, que indemnice a cada uno de los padres de Lina Marcela en 83.000 euros. Además pide que indemnice a la hija de la fallecida en 107.000 euros.
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