Aparca en zona blanca en Valencia y le multan tras pintar una plaza para discapacitados en la calzada y una rueda de su coche

Un vecino de Valencia ha denunciado en Twitter una multa que considera injusta tras estacionar su coche en una zona blanca gratuita, donde pintaron luego una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida, y ser sancionado cuatro días después por una infracción grave. Una descoordinación entre la Policía Local y la empresa que realizó la señalización podría estar detrás de este desacierto municipal.

Los hechos sucedieron en el número 36 de la calle Almirante Cadarso en el distrito del Ensanche en Valencia. Bernardo Carrión aparcó el vehículo cuatro días antes de la fecha de la multa, cuando aún no estaba pintada la plaza para conductores con discapacidad ni había ninguna señalización que indicara la zona reservada para personas con movilidad reducida.

«Mi tía ya no conduce, así que varios miembros de la familia utilizamos su viejo Opel Corsa como coche auxiliar. Un domingo de finales de abril se alinearon todos los astros y pude aparcarlo en pleno Ensanche valenciano, justo enfrente del Cine d'Or, en la calle Almirante Cadarso», explica Carrión en un tuit.

«Esto es como acertar la Primitiva, porque desde hace como un año ya no hay plazas de aparcamiento gratuitas (zona blanca) en el adyacente barrio de Russafa, sino de zona naranja, para residentes con tarjeta. Y en el Ensanche se alterna la zona blanca (gratuita) y la azul (ORA)», añade el ciudadano.

Nueve días después de estacionar en zona blanca, Carrión se dirigió a la calle Almirante Cadarso para utilizar otra vez el Opel Corsa y descubrió que el coche estaba en el mismo lugar, pero se encontraba en una plaza de aparcamiento recién pintada con la figura de una persona discapacitada en silla de ruedas, y que incluso había restos de pintura en uno de los neumáticos.

También encontró un boletín de denuncia en el parabrisas. «Como no podía ser de otra manera para dar una lección a este incívico ciudadano que aparca en discapacitados. Poco le pasa, podríamos haber llamado a la grúa», afirma con ironía en otro tuit, ya que el vehículo de su tía no fue retirado.

Carrión estacionó el coche el pasado 23 de abril enfrente del Cine d'Or, cuando la plaza de aparcamiento no era para personas con movilidad reducida, sino de zona blanca gratuita por tiempo ilimitado. Además, no había ninguna señal provisional ni de advertencia de que se iba a pintar una plaza de aparcamiento para conductores con discapacidad.

Nueve días después, el 2 de mayo, el conductor habitual del vehículo acudió a la calle Almirante Cadarso para retirar el coche y comprobó entonces que habían pintado la plaza sobre la calzada y que uno de los neumáticos también tenía restos de pintura como «como consecuencia de la falta de destreza del operario que llevó a cabo los trabajos«, se queja Carrión.

Además, el vecino del Ensanche recogió un boletín de denuncia en el limpiaparabrisas donde no había nada escrito, por lo que se puso en contacto con la centralita de la Policía Local de Valencia para preguntar el motivo de la multa.

«Al menos, iba a saber el motivo exacto de la denuncia: ¿Sancionado por no tener poderes adivinatorios, quizás? Porque cuando aparqué no había señal alguna informando de que iban a pintar una plaza para discapacitados. Pues no, silencio administrativo. O sanciónese usted mismo», señala con sorna.

Tras comunicar el número de boletín, el funcionario que le atendió por teléfono le informó de que no había ninguna denuncia en curso con esa numeración. Carrión creyó entonces que el departamento municipal que gestiona las multas no tramitaría la infracción.

«Y pienso: joder, igual el agente que me multó dejó el boletín en blanco porque era injusto total que me pintaran la plaza debajo y que otros agentes sancionaran a un desalmado que aparca en minusválidos. ¡Ya está multado!, pensarían», asegura el ciudadano.

Pero el pasado 15 de junio, la tía de Carrión recibió en su domicilio la notificación de la denuncia. «Ha llegado el leñazo por correo: 200 euros por una infracción grave que se queda en 100 euros si pago en menos de 20 días», afirma Carrión, que termina el asunto en Twitter con una pregunta al Ayuntamiento de Valencia: ¿Me dices qué tengo que hacer para solucionar esto, por favor?».

Mientras espera alguna respuesta, el vecino del Ensanche recopila información y fotografías para recurrir la multa. «Deberán aportar pruebas objetivas que demuestren que la plaza de aparcamiento para personas con discapacidad se pintó con anterioridad al estacionamiento del vehículo de mi tía, y como eso nunca sucedió tendrán que admitir el escrito de alegaciones», asevera Carrión.

Otro motivo que expondrá en su recurso es que coincidió el 2 de mayo, el día que descubrió el boletín de denuncia, con un trabajador municipal cuando se disponía a instalar la señalización vertical de la plaza de aparcamiento para discapacitados.

Por último, el presunto infractor sostiene que la multa no puede ser válida «por falta absoluta de información», ya que el texto del boletín era ilegible o no fue cumplimentado, ya que no había descripción de hechos denunciados «ni lugar ni hora ni vehículo ni ningún otro dato que permita afirmar que los hechos tuvieron lugar de esa manera».

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