Las imágenes de cómo las llamas devoraron en cuestión de media hora los dos edificios ubicados en el barrio de Campanar son demoledoras. Pero llama especialmente la atención que tanto el concesionario de BYD como la tienda TEDI, que se encuentran debajo de los esqueletos calcinados, se hayan salvado del fuego.
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Desde el concesionario atribuyen este hecho a la planta que hay vacía entre el primer piso y los bajos comerciales, según explican a LAS PROVINCIAS. «Justo arriba hay un local que está vacío, tal y como se ve a través de las ventanas. De hecho, estaba sin terminar de construir, faltaba por poner el suelo y revestimientos. Creemos que esta planta ha actuado de cortafuegos», señalan a este periódico.
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A esto, las mismas fuentes agregan el papel de los bomberos como pieza clave para evitar la propagación a los bajos. «Avisamos a los bomberos enseguida. Si llega a bajar el fuego a donde están los coches, no sabemos qué podría haber sucedido. Lo mismo con el Tedi, que cuenta con productos como peluches y otros materiales con riesgo de prender fácilmente», indican.
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