Asociaciones de cannabis: a plena luz del día y en el limbo de la legalidad

Dependiendo del club y de su exclusividad piden determinados requisitos. El principal, acreditar la mayoría de edad y entregar el DNI para que en el local se hagan una copia. Después, el pago de una cuota que ronda en los 10 euros mensuales. También estipulan normas estrictas: no se permite sacar la marihuana del establecimiento y el cliente deberá depositarla en una taquilla cuando decida abandonarlo.

Sin embargo, hay otros clubs de cannabis en Valencia que no están al alcance de cualquiera. En uno de ellos, es un requisito fundamental conocer a alguien que ya está dentro de la asociación para poder formar parte. Una forma de garantizar que sólo cuentan con «clientes de confianza» que vayan a guardar en secreto lo que ocurre dentro del local. Es fácil encontrar estos clubs. Incluso en redes sociales como 'Instangram'. Eso sí, siempre privadas para poder elegir a los seguidores que van a acceder a su contenido.

Eso sí, en todas las páginas web de estos lugares se especifica que las asociaciones de cannabis están dedicados a aquellos que ya consumieran esta sustancia previamente. Una cláusula que se puede esquivar fácilmente.

Los clubs de cannabis no están sólo en Valencia. Se extienden por todo el panorama nacional. Incluso hay una aplicación que los usuarios pueden descargarse para encontrar el club más cercano en caso de desplazarse.

No se tratan únicamente de lugares de ocio en el que se pude consumir este estupefaciente. Lo convierten en todo un deporte. Hay asociaciones que se promocionan como toda una «comunidad cannábica». Organizan lo que ellos llaman «Copas Cannábicas». Según reza el anuncio, estos eventos consisten en «reunir anualmente a algunos de los mejores cultivadores de cannabis y conocedores de todo el mundo para probar y juzgar algunos de los mejores productos de cannabis».

Organizan catas de marihuana, como quien se va a una cata de vinos. Cada vez, en un lugar distinto. Eso sí, no hace falta ser un hacker para poder tener la información sobre estas actividades ilícita. Estas webs se encargan de promocionar sus eventos relacionados con la droga. Incluso el pasado mes de mayo, la «comunidad cannábica» organizó una marcha en Madrid para «cambiar las políticas prohibicionistas hacia una planta y los usuarios, tras décadas de políticas ya fallidas y que no han hecho más que criminalizar a los usuarios y no sólo no han acabado con el narcotráfico si no que vemos como aumenta», dicen en su anuncio.

Pero, ¿estas asociaciones de cannabis son legales? La respuesta rápida es: no. De hecho, la Fiscalía General del estado emitió un informe en el que se dejaba claro que son ilegales las asociaciones cuya finalidad u objeto sea la promoción del consumo de cannabis y su distribución entre los socios.

Pero hay matices: «La simple actividad realizada por los promotores en las fases iniciales de constitución de la asociación consistente en plasmar en los Estatutos presentados para inscripción registral su objetivo de cultivar cannabis no colma el tipo de delito de asociación ilícita, que precisaría de otros actos externos relacionados con la finalidad delictiva».

La promoción y la captación de clientes para el consumo y distribución de marihuana es lo que hace que estas asociaciones estén fuera de la legalidad. Ese miércoles se ha juzgado a 10 personas acusadas de tráfico de drogas que pertenecían a este tipo de asociaciones en las localidades de Buñol y de Requena.

Durante el registro en el establecimiento de Buñol los agentes encontraron más de 4.500 gramos de cannabis y hachís de diferentes purezas. El valor económico de la droga incautada ascendía a 26.646, 68 euros de tratarse de venta al por menor.

En la misma fecha, el 30 de mayo de 2019, fue cuando se realizó la entrada y registro del local de Requena. Allí los agentes incautaron cerca de 2.000 gramos de marihuana y de hachís, también de distintos grados de pureza. El precio de la droga decomisada ascendía a 11.113, 26 euros. Los agentes también incautaron a los procesados 584,55 euros en efectivo.

Las penas de prisión que solicita la Fiscalía para los encausados ascienden hasta los tres años de prisión en el caso de uno de los cabecillas por un delito contra la salud pública en su modalidad de venta de sustancias que no causan grave daño a la salud y un delito de asociación ilícita.