En las últimas semanas se han disparado en nuestro país las denuncias por sumisión química. Según un estudio elaborado por la Universidad de Málaga, el 23% de las jóvenes conoce casos de gente a la que han pinchado para cometer abusos sexuales. Tal es el riesgo que el 90% de las chicas reconocen que, cuando salen de fiesta, les preocupa poder sufrir un episodio de violencia sexual. Sin embargo, para la mayoría de los hombres esto no es una preocupación, pese a que uno de cada diez jóvenes cree que alguien ha vertido alguna vez en su bebida una sustancia para manipularlo.
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