Una boda de conveniencia y una falsa tetraplejia, claves del crimen de Alicante

alicante. Un posible matrimonio de conveniencia para tratar de encubrir una falsa tetraplejia se perfila como el origen del crimen de Alicante, en el que una recién casada de 45 años y su supuesto cuidador, vecinos de Onil, mataron presuntamente a puñaladas al marido en un aparcamiento junto al mar. Es la principal hipótesis de la Policía Nacional en el caso.

Ninguno de los sospechosos ha declarado, ni ante la policía ni ante el juez. Pero en el sumario constan declaraciones de testigos y del círculo más cercano de la víctima, un hombre de 69 años de Santander. Y aportan indicios que sitúan el suceso en una supuesta estafa.

La recién casada mantiene que sufre una tetraplejia a causa de un accidente que le impide el movimiento de cuello hacia abajo. Según el entorno del matrimonio, dijo estar pendiente de recibir una indemnización de unos 200.000 euros y que aspira a una pensión invalidez. Pero varios testigos, incluida la policía que presenció la agresión, la vieron sujetando a la víctima mortal mientras su cuidador le propinaba puñaladas. Además, otros aseguran que el día de su boda fumaba por sus propios medios e incluso se levantó de la silla de ruedas.

La sexagenario había explicado a un amigo que conocía al cuidador de la mujer y sabía que mantenían una relación sentimental. Le confesó que este hombre padece una enfermedad terminal que le podría causar la muerte en los próximos meses. Y para evitar que la mujer fuera ingresada en un centro adecuado a causa de la supuesta tetraplejia cuando falleciera el cuidador, éste propuso a la víctima un matrimonio de conveniencia para que ella pudiera sostener en el futuro que alguien la tenía a su cargo.

Además, se sospecha que el sexagenario pudo acceder a cambio de una compensación económica. Y en este rocambolesco triángulo de intereses se produjo el asesinato. En el momento de las detenciones, tanto la mujer como su supuesto cuidador iban ataviados con ropa oscura, gorras y guantes. Habían extendido una manta en el suelo para envolver el cadáver y trasladarlo.