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 El pico usado para enterrar los cadáveres de las niñas y otras pruebas que continúan en el depósito judicial.

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El pico usado para enterrar los cadáveres de las niñas y otras pruebas que continúan en el depósito judicial. Damián Torres

Los cabos sueltos del caso Alcàsser

La falta de pruebas de ADN que incriminen a Anglés, la ayuda que recibió en su huida y la posible implicación de un tercer individuo siguen siendo las grandes incógnitas

JAVIER MARTÍNEZ

Jueves, 28 de octubre 2021, 00:57

Los avances tecnológicos aplicados a las inspecciones oculares y las nuevas técnicas de extracción de ADN podrían arrojar luz en los próximos días sobre alguna de las incógnitas del caso Alcàsser. Cuando falta menos de un mes para que se cumplan 29 años del asesinato de Míriam, Toñi y Desirée, la Guardia Civil y el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses aúnan esfuerzos para realizar todas las pruebas ordenadas por la jueza Elisa Fort.

La falta de vestigios genéticos que sitúen a las niñas en el coche que conducía Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen, y la ausencia también de análisis de ADN que incriminen a Antonio Anglés, el presunto autor material de los asesinatos, motivó la solicitud de las pruebas por parte de una de las acusaciones populares.

Como ya informó en exclusiva LAS PROVINCIAS, varios agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil se desplazaron el lunes al cuartel de Almussafes para examinar los coches de Ricart y Anglés, un Opel Corsa y un Seat Ronda, con nuevas técnicas de revelado de sangre y otros fluidos orgánicos.

Afianzar la acusación

Las pruebas contra Anglés

El objeto de las inspecciones de los vehículos y los análisis de más de 50 pelos, que también ha ordenado la jueza, es buscar pruebas genéticas para afianzar la acusación contra Anglés en el caso de que estuviera vivo y fuera detenido antes de 2029, fecha en la que prescriben los crímenes. La Guardia Civil encontró sangre del fugitivo en un chalé de Benaguasil donde se ocultó durante la huida, pero no halló restos de ADN de Anglés ni de Ricart en la escena del crimen ni en los cadáveres. Sin embargo, los investigadores descubrieron varios trozos de un volante médico con los apellidos del prófugo junto a la fosa -un documento que reconstruyeron delante del juez instructor de la causa-, y también constataron que su guarida era la caseta donde violaron a las niñas.

Sentencia del caso Alcàsser

¿Un tercer implicado?

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia que condenó a Ricart a 170 años de prisión, los dos delincuentes pudieron actuar en compañía, «posiblemente de alguna otra persona más», cuando invitaron a las tres jóvenes a subir al Opel Corsa horas antes del triple asesinato, pero nunca se pudo demostrar la implicación de un tercer individuo. Tras el análisis de 165 pelos recogidos en los dos vehículos en 1993, los biólogos sólo pudieron extraer ADN de siete, según consta en el sumario, y ninguno de ellos era de las niñas asesinadas. También compararon las muestras con los perfiles genéticos de Anglés, Ricart y otros sospechosos.

El perfil genético del fugitivo se obtuvo de dos muestras halladas en una caseta de Alborache donde y un chalé de Benaguasil, donde la Guardia Civil encontró una pañuelo de papel con restos de sangre de Anglés.

Los pelos hallados en los cadáveres

Diferentes secuencias de ADN

Los peritos que declararon en 1997 en el juicio contra Miguel Ricart coincidieron al aseverar que las diferentes secuencias de ADN de una docena de pelos encontrados en los cadáveres de las niñas no corresponden a un mismo número de asesinos, ya que cuatro son de las víctimas. Además, contemplaron la posibilidad de que algunos de los cabellos fueran de personas con las que tuvieron contacto las menores antes de ser asesinadas, cazadores que habrían estado en la caseta donde fueron violadas la niñas o de los guardias civiles que desenterraron los cuerpos.

Revisión del sumario

Análisis de más de 50 pelos

Los biólogos del Instituto Nacional de Toxicología tratarán de extraer perfiles de ADN de más 50 pelos recogidos en 1993 en la escena del triple crimen. Las nuevas diligencias de investigación fueron solicitadas por una de las acusaciones populares, la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, tras revisar el sumario y realizar un informe sobre los pelos y vellos que no se analizaron por diferentes causas.

Según el perito judicial y presidente de Laxshmi, Félix Ríos, las inspecciones de los dos coches y las pruebas genéticas podrían arrojar luz sobre alguna de las extrañas circunstancias que rodearon el caso, además de corroborar la participación de Anglés en los crímenes.

La extraña desaparición de Anglés

La fuga en la bahía de Dublín

La pista de Anglés se pierde el 25 de marzo de 1993 en el Puerto de Dublín tras una fuga marcada por la suerte y el instinto de supervivencia. La extraña desaparición del presunto asesino en el mercante 'City of Plymouth', que fue desguazado hace años, deja varias incógnitas como su posible ahogamiento en aguas del Atlántico o la ayuda que recibió de un marinero para escapar.

Años después, la Policía individualizó el ADN de Anglés tras el hallazgo de un cráneo en la costa de Irlanda. Las pruebas genéticas descartaron que perteneciera al fugitivo, como sucedió con dos piernas que aparecieron en una playa inglesa. La hipótesis de que el prófugo murió ahogado tras escapar de un camarote y saltar al mar es una posibilidad que siempre contemplaron los investigadores, aunque la Policía y la Guardia Civil lo siguen buscando como si estuviera vivo.

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