B. ORTOLÀ
Lunes, 17 de febrero 2020, 14:08
«¿Es verdad lo que dices? No sabía nada». Atónitos quedaron ayer los vecinos de una urbanización de Moraira al conocer que había aparecido el cadáver de una mujer, de entre 30 y 40 años de edad, dentro de uno de los contenedores subterráneos. La víctima había sido degollada, según indicaron a Europa Press fuentes de la investigación, y su cuerpo estaba envuelto con una colcha ensangrentada.
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Los operarios del servicio de limpieza hallaron el cadáver alrededor de las 8 de la mañana, cuando se disponían a vaciar los contenedores de la calle Móstoles, a medio camino entre los núcleos urbanos de Teulada y Moraira. Fueron los propios trabajadores quienes informaron del macabro hallazgo. Pocos minutos después acudieron un médico forense y el juez de guardia, junto a agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil , quienes acordonaron la zona, impidiendo el paso de vehículos y de transeúntes. La Guardia Civil inició la correspondiente investigación.
Por el momento no ha trascendido la identidad de la mujer ni los datos del suceso. De hecho, fuentes del consistorio teuladino confirmaron este lunes que no constaba ninguna denuncia por desaparición. Remarcaron, además, que las investigaciones están abiertas, por lo que no podían aportar más información sobre lo sucedido.
«Este es un barrio bastante tranquilo, nos ha extrañado mucho ver a la Guardia Civil y a la Policía Local en la zona». Sorprendida se mostró Lieke, una residente de la urbanización de origen holandés que se enteró de lo sucedido al intentar depositar la basura en los contenedores donde apareció el cuerpo. «Vivo unas calles más arriba y paso con el coche todos los días por aquí, nunca he visto nada fuera de lo normal», señaló la mujer.
Lieke aseguró que esta zona residencial, donde principalmente vive gente europea de avanzada edad, «es muy tranquila». De hecho, este punto de reciclaje de residuos se encuentra en una calle bastante transitada. «Han tenido que tirar el cadáver en la madrugada», dedujo. Los agentes encargados de la investigación retiraron el cuerpo a media mañana, pero inspeccionaron los residuos y la zona buscando pruebas hasta las 15.30 horas. Tras vaciar el contenedor, colocaron un plástico para volver a habilitar su uso y evitar que la basura contaminase la zona donde fue hallada la mujer.
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Pocos minutos después, y tras volver a abrir el paso a los vehículos, la calle volvió a la normalidad con un goteo constante de idas y venidas de vehículos en ambas direcciones. Algunos vecinos paraban para comentar el hallazgo cuando pasaban cerca de los contenedores.
Todos aseguraron que no vieron a ningún sospechoso en la zona. Aún así opinaron sobre lo sucedido y uno de ellos dijo: «Por el tamaño de los contenedores y la altura que tienen, no sería descabellado pensar que fueron más de dos personas las que introdujeron el cuerpo ahí dentro».
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