El inicio del verano y el aumento de la criminalidad en muchas ocasiones van de la mano. Sobre todo en lo que se refiere a ... violencia de género, agresiones sexuales o peleas... Pero, ¿por qué aumentan los delitos? Enrique Carbonell, doctor en Psicología y profesor en la Universitat de València en el Instituto Universitario de Investigación en Criminología y Ciencias Penales, revela: «El calor aumenta la irritabilidad de la sociedad».
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Carbonell asegura que la reducción de presión atmosférica y la humedad pueden aflorar emociones como el enfado o la ira. «Si el conjunto de la sociedad está más irritable debido al aumento de la temperatura es más probable que aparezcan los conflictos», comenta el doctor en Psicología.
El experto responde al motivo de por qué aumentan los delitos en la época estival de manera contundente: «Hay más ocasiones de que se produzcan».
Aun así, este fenómeno es multifactorial. Enrique Carbonell revela que la llegada de las vacaciones está relacionada con los cambios en las rutinas. «Se produce más socialización». Las formas de relacionarse han cambiado. Ahora la mayoría de la población emplea las redes sociales para compartir prácticamente todo sobre sus vidas. Los viajes que hacen en verano, los restaurantes a los que acuden a cenar, los hoteles en los que se hospedan...
El doctor en Psicología y profesor en la Universitat de València en el Instituto Universitario de Investigación destaca: «Nos hemos vuelto muy exhibicionistas por redes sociales. Esto puede despertar sentimientos de envidia o de celos». Otro factor determinante que puede desembocar en conflicto.
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Además, en los contextos festivos es más frecuente el consumo de alcohol o de sustancias tóxicas. En palabras de Enrique Carbonell, el alcohol es un inhibidor cortical, lo que significa que el consumidor presente un comportamiento «sin tantos frenos». Es decir, que se deje guiar por sus impulsos y acabe por meterse en una pelea. Otro de los factores que preocupa al doctor en Psicología es el aumento del consumo de las drogas sintéticas, sobre todo del hachís, que genera «un efecto alucinógeno y un sentimiento de desconexión de la realidad».
Tanto el doctor en Psicología como Susana Gisbert, fiscal especializada en violencia de género y delitos de odio, coinciden en que las masificaciones veraniegas relacionadas también con la llegada de muchos turistas fomentan estas situaciones de riesgo. Carbonell enfatiza en que el calor también influye: «La mayoría de las personas suelen hacer ahora vida social por la tarde-noche, cuando descienden las temperaturas».
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Uno de los delitos que más aumenta en esta época del año, como refleja Gisbert, son las agresiones sexuales. «Las probabilidades de sufrir una agresión sexual son mayores en contextos de ocio». Por ello, la fiscal recomienda que las víctimas acudan a los puntos violeta para que les presten ayuda. Además, anima a denunciar estos delitos. «Es muy importante que la víctima acuda al hospital sin haberse duchado previamente y sin haberse cambiado de ropa, aunque la reacción natural sea hacerlo. De esta manera se pueden conseguir más pruebas de que ha sucedido la agresión sexual», aconseja la experta.
Otro de los delitos que crece de manera significativa son los robos y los hurtos. Los ladrones aprovechan las fiestas repletas de gente para quitarles las pertenencias y escapar perdiéndose entre la multitud. «El fenómeno de el turismo supone una respuesta de atracción a cometer otro tipo de delitos como las peleas o los robos», detalla Enrique Carbonell.
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Otra variable que preocupa a Gisbert es el incremento de los crímenes machistas en los periodos vacacionales. «Al aumentar la convivencia con el agresor se multiplican las situaciones de riesgo», detalla la fiscal.
El fin de semana del 13 de julio se reportaron cinco crímenes machistas en España. El mes de julio condensó la mayoría de este tipo de delitos de todo 2024. El año anterior ocurrió un fenómeno similar, pero en este caso fue en los meses de agosto y septiembre cuando hubo más crímenes de violencia machista. El psicólogo coincide con estos argumentos y enfatiza en que como la pareja pasa más tiempo junta sin tener el «descanso» de ir al trabajo se aumentan los conflictos en los periodos vacacionales.
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Sin embargo, no considera que los delitos de odio se enfaticen en verano. Aun así, «llevamos una racha en la que no dejan de aumentar los casos de racismo», lamenta la fiscal Susana Gisbert.
El doctor en Psicología Enrique Carbonell explica que en el caso de los homicidios y los asesinatos «es imposible predecir cuándo se van a producir al tratarse de casos tan 'extraordinarios. No dependen de la época»,
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