![Crimen de la niña de Ontinyent | Casos sin resolver: El crimen de la niña de Ontinyent](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202107/31/media/cortadas/image-khNE-U150113135005PhB-624x385@Las%20Provincias.jpg)
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Un aciago presagio convirtió a Fernando Rodríguez en el primer sospechoso del asesinato de su hija, de forma injusta y cruel, tras descubrir el cadáver de la niña de 12 años en un angosto pozo. El macabro hallazgo tuvo lugar en los alrededores ... del polideportivo de Ontinyent, el último lugar donde vieron con vida a la menor.
El asesinato de Paqui Rodríguez en 1987 es otro de los crímenes que continúa sin resolver en la Comunitat Valenciana. Otra espina clavada que nunca lograron sacarse los investigadores de la Policía Nacional.
El 23 de julio de aquel año, Paqui fue a bañarse a la piscina municipal de Ontinyent, y allí la vieron jugar con otras niñas y compañeras del colegio. Alrededor de las seis de la tarde, la menor le dijo a sus amigas que se iba a casa porque quería ver la serie 'Pipi Calzaslargas', que se estrenaba en televisión a las siete de la tarde.
Como el autobús tardaba y el cielo oscureció por una tormenta de verano, Paqui decidió regresar a casa, andando por la carretera y las calles de Ontinyent, y ya no se supo nada más de ella hasta que su padre encontró el cuerpo al día siguiente.
Los investigadores de la Policía y la familia de la niña sospechan que fue abordada por algún conocido, aunque la menor tenía por costumbre seguir el consejo de sus padres de no acercarse a personas desconocidas. Prueba de ello es que un matrimonio le ofreció llevarla a casa en su coche y Paqui se negó.
La pista de la niña se pierde sobre las seis y media de la tarde después de que le preguntara al conserje de la piscina municipal si había visto pasar el autobús. Fernando acudió esa misma noche a la comisaría de la Policía Nacional para denunciar la desaparición de su hija, pero le dijeron que no podía hacerlo hasta que no transcurrieran 48 horas
La familia clamó justicia e intentó que el crimen no quedara impune. La investigación policial se alargó durante varios años y fue compleja por la falta de testigos y pruebas. La niña murió por una contusión cerebral con destrucción de zonas vitales, según la autopsia.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid interrogó a un vecino de Ontinyent y a su mujer tras reabrir el caso nueve años después del crimen. El sospechoso había abusado sexualmente de su sobrina, una adolescente de 17 años, meses antes del asesinato de Paqui, según consta en el sumario.
Los agentes del Grupo de Homicidios trazaron un plan para obtener pruebas que podrían incriminar al hombre que investigaban. Este consistía en citar al sospechoso para que fuera a declarar a la comisaría por segunda vez, y mientras estuviera en las dependencias policiales, dos agentes tenían previsto ir a su casa para decirle a su mujer que su marido había confesado el crimen.
La intención de la Policía era que la esposa del sospechoso lo delatara en el caso de que estuviera encubriendo el crimen, pero el ardid no funcionó porque un familiar de la pareja, que iba a colaborar con los investigadores, cambió de opinión y les avisó del plan policial.
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Además, el juez que instruyó la causa no autorizó las escuchas telefónicas que solicitó el abogado Virgilio Latorre, el letrado de los padres de la niña asesinada, y los investigadores no obtuvieron pruebas para detener al sospechoso.
«Se hicieron muchas cosas mal desde el principio», se queja Paquita Beneyto, la madre de la menor, que escribió un libro para contar «su verdad» sobre el asesinato de su hija, las investigaciones y las sospechas policiales.
«Aún recuerdo tus juegos, tu risa contagiosa, y hasta la manera de contarme tus cosas, siempre saltando y riendo, con esas ganas de vivir que tenías. No es justo que te quitaran la vida y no haya un culpable pagando por ello. Y lo peor de todo es que ahora las leyes nos dicen que tu asesinato ya ha prescrito, y que la Justicia ya no te alcanzará en esta tierra», afirma Beneyto en el libro publicado en 2011.
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