Nueva mañana de tensión en un tren de la Comunitat. Tras el caos del comienzo de esta semana por el vuelco de un tren en el túnel de Atocha y la interrupción de más de una veintena de trayectos con más de 11.000 afectados, un convoy de Cercanías ha sido escenario este jueves de momentos de tensión e incertidumbre. Un joven que se ha subido en la Estación del Norte con lo que parecía ser un chaleco bomba falso ha obligado a detener el tren y a activar la alerta antiterrorista por parte de la Policía Nacional.
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La emergencia se ha producido hacia las ocho y media de la mañana. El individuo, al que algunos testigos han descrito con un hombre «con barba y que ocultaba el chaleco bajo una chaqueta», se ha subido a un convoy de la línea C-3 en la Estación del Norte, con destino a Castellón.
Las alarmas se han disparado de inmediato tras llegar la alerta a los vigilantes y a la Policía Nacional después de la llamada de un viajero al teléfono de Emergencias 112. El tren ha circulado hasta la parada de Fuente de San Luis, donde el operativo policial ha detenido el transporte ferroviario.
Los agentes han interceptado al sospechoso cuando este iba a bajarse del tren y lo han obligado a tirarse al suelo a punta de pistola. Según fuentes del caso, el hombre tenía una orden de búsca y captura dictada por un juzgado y ha sido detenido, acusado de un delito de desórdenes públicos.
El joven, de 21 años y el origen español, iba vestido con lo que era un chaleco táctico militar. Según ha informado la Policía Nacional, la prenda llevaba cables y objetos metálicos «que podían dar apariencia de un artefacto explosivo».
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En el tren viajaban 18 pasajeros, que han observado atónitos la operación policial. Según fuentes de Renfe, los viajeros se han apeado del convoy y ha continuado su trayecto en taxi facilitado por la compañía. Hacia las 10, el convoy de la C-3 se ha desplazado ya vacío tras la autorización de la Policía Nacional.
A la Fuente de San Luis han acudido perros adiestrados en la detección de explosivos y la Policía Nacional habría incluso solicitado la presencia de un dron para sobrevolar el tren y observar la posible presencia de algún artefacto, aunque todo ha quedado finalmente en una falsa alarma tras comprobar los agentes que no había ningún tipo de explosivo en el chaleco ni tampoco en el tren, que ha sido revisado a conciencia por la Unidad Tedax-Nrbq, especialistas en la detección de explosivos, y por perros adiestrados.
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