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La Ciudad de la Justicia de Valencia amaneció ayer blindada por una treintena de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El motivo era el arranque del juicio con jurado a once miembros de dos clanes enfrentados, los Frasquitos y los Chatos, ... cuya enemistad acabó con un muerto y cinco heridos en una sangrienta reyerta acaecida en 2017 en Gandia.
Agentes de unidades antidisturbios, seguridad ciudadana e incluso de paisano se encargan de velar por la seguridad de una de las vistas más tensas del año, con presencia de familiares de ambas familias. Y es que, como aseguró el abogado defensor de nueve miembros de los Frasquitos, Juan Carlos Navarro, «han jurado venganza» e incluso han mediado amenazas en redes sociales. Y la tensión es máxima.
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Dos furgones de la Policía Nacional vigilaron la entrada del edificio judicial. La conformación del jurado fue larga y el despliegue en la sala Tirant, la más amplia de la Ciudad de la Justicia, sin precedentes: una decena de agentes entre las bancadas para separar a acusados Frasquitos y Chatos, escudos protectores y hasta un largo parabán para impedir el más mínimo contacto visual entre procesados y miembros del jurado.
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Y todo por el que fue uno de los días más sangrientos de la historia criminal de la Comunitat. Un martillo percutor, porras, bastones, cuchillos, navajas y hasta una hoz confluyeron, en manos de quienes los empuñaban, en aquella pelea de octubre de 2017. Se saldó con la muerte de Antonio G. M, de 37 años, miembro de los Chatos, y cinco heridos de ambos bandos.
El fiscal encargado del caso acusa a tres hombres del crimen y a otros dos sólo de las lesiones, como avanzó LAS PROVINCIAS. En concreto, el Ministerio Público pide 22 años de cárcel para los sospechosos del homicidio y 8 para los procesados por las tentativas. Además, uno de los acusados por el fiscal, hijo del fallecido, carga culpas contra otro amplio grupo de Frasquitos, con lo que, en suma, son once los acusados que se se sientan en el banquillo enfrentados a penas que oscilan entre los 10 y los 30 años de prisión.
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¿Qué desató semejante violencia en la calle Perú de Gandia? Según el fiscal, Frasquitos y Chatos arrastraban conflictos alimentados por «discusiones e incluso agresiones». En esa funesta jornada ofendidos de los Frasquitos «acudieron al encuentro de los otros provistos de bastones y una navaja de 36 centímetros».
Los visitados, los Chatos, ya se lo temían. De hecho, Antonio y sus hijos habían hecho acopio de «una broca de martillo percutor, un bate, una maza metálica, bastones, una hoz y un cuchillo de 39 centímetros». El encuentro se zanjó con un torbellino de golpes y cuchilladas, «una agresión mutua entre seis personas», según el fiscal.
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En el juicio hay seis abogados. Cuatro defienden los intereses de los Chatos y dos, los de los Frasquitos. Este martes comenzará el interrogatorio a los acusados.
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