Claves e incógnitas de los casos de las cuatro mujeres estranguladas en la Comunitat Valenciana

Los crímenes de Alicia, Florina, Olga y Johana han disparado la alarma social tras las coincidencias en el método de matar y la forma de deshacerse del cuerpo en los tres primeros asesinatos. Las cuatro mujeres murieron estranguladas en circunstancias muy similares. Los tres primeros cadáveres fueron hallados en acequias de Elche, Silla y la pedanía valenciana de Massarrojos, y el cuerpo de la cuarta víctima apareció el pasado 22 de abril en un camino rural que une Burriana con la playa del municipio.

De una muerte por causas naturales al estrangulamiento

El cadáver yacía sobre un charco de agua. Horas antes había llovido bastante. Una pareja que paseaba por el camino llamó al 112 a las 9.25 horas para alertar del macabro hallazgo. Minutos después llegaron dos patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil. El forense y los agentes no descartaban una muerte por causas naturales al no tener la víctima signos externos de violencia.

Un giro de 180 grados en la investigación tras la autopsia

La investigación del caso dio un giro de 120 grados al día siguiente (23 de abril) cuando la autopsia desvela la causa de la muerte: estrangulamiento. Las lesiones hemorrágicas internas en la musculatura del cuello así lo indican. El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Castellón asume el caso y se disparan las alarmas en Burriana al trascender el crimen con circunstancias similares a los otros tres asesinatos de mujeres.

La víctima no sufrió un intento de agresión sexual

Johana fue hallada muerta en la calzada junto a un campo de naranjos y la acequia que bordea el camino. La víctima llevaba ropa deportiva y recorrió una distancia de un kilómetro (unos 10 minutos andando) desde su casa. Los investigadores no hallan signos de un intento de agresión sexual o de lucha en el cuerpo.

Investigan el círculo de amistades de la víctima

La Guardia Civil ha tomado ya declaración al compañero sentimental y la hija de la víctima y a varias personas más de su entorno de amistades. Los investigadores tratan de reconstruir las últimas horas de vida de Johana y realizan averiguaciones sobre un episodio de intento de suicidio en el que intervino una patrulla de la Policía Local. La mujer llevaba una vida ordenada y residía en Burriana con su familia desde finales del año pasado.

Un crimen a plena luz del día sin ocultación del cadáver

Como en el caso de la mujer asesinada en Elche, la escena del crimen de Johana y las circunstancias son similares, ya que no hubo ocultación del cadáver y la mujer fue hallada muerta en un camino por el que pasan a diario 'runners', ciclistas, agricultores y vecinos de Burriana que pasean por la zona.

¿Un asesinato casual con una víctima elegida al azar?

La primera de las tres mujeres estranguladas era funcionaria de la Administración de Justicia. Alicia llevaba una vida ordenada en la pedanía de La Hoya en Elche con costumbres fijas, como los paseos a diario con su perro, residía con su madre en un piso cerca del lugar donde la asesinaron y no tenía pareja. La Policía no descarta que se trate de un crimen casual y que la víctima fuera elegida al azar por un hombre que la atacó por la espalda.

El peligroso mundo de la prostitución callejera

La segunda mujer estrangulada ejercía la prostitución junto a la pista de Silla en Albal. Un grupo criminal explotaba a la joven, pero un juez archivó la investigación por falta de pruebas. Florina fue asesinada tras subir a un coche conducido por un hombre. El cadáver apareció 22 días después en una acequia de Silla.

¿Un asesino en serie, el efecto imitación o varios autores?

Olga también murió estrangulada. Un agricultor halló el cadáver el 6 de abril en una acequia de Massarrojos. El mismo grupo de guardias civiles investiga los crímenes de Florina y Olga, pero no han hallado ningún nexo. Tampoco han encontrado nada que relacione estos casos con los de Alicia y Johana, por lo que descartan un asesino en serie. Sin embargo, algunos criminólogos creen que los asesinos de las dos últimas víctimas podrían haber imitado el método para matar.