La droga africana llega a Valencia

Parecen manojos de espárragos trigueros, pero son plantas con un poderoso efecto narcótico que consumen miles de personas en África. Una vez cortadas, sus hojas conservan las propiedades psicotrópicas dos o tres días y pueden causar graves efectos secundarios, como una confusión mental caracterizada por alucinaciones, hemorragia cerebral, cáncer de estómago y degeneración de los genitales. Y pese a estas consecuencias nocivas por un consumo permanente, el 'khat' también tiene adictos en Valencia. Prueba de ello es la incautación de 43 kilos de esta planta narcótica en el aeropuerto de Manises.

El pasado lunes, la Guardia Civil detuvo a un viajero que llevaba manojos de 'khat' dentro de dos maletas. El joven de nacionalidad inglesa llegó a Valencia procedente de un vuelo internacional de Johanesburgo. Dos agentes lo identificaron cuando se disponía a recoger el equipaje facturado ante las sospechas de que pudiera ocultar droga.

Tras abrir las maletas, los guardias civiles descubrieron alrededor de 43 kilogramos de tallos y hojas de una planta que resultó ser 'khat', una sustancia estupefaciente conocida también como cocaína africana por la gran adicción que genera. Según informaron ayer fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, el joven fue detenido por un delito contra la salud pública. Los agentes le leyeron sus derechos y entregaron las diligencias en el Juzgado de Instrucción número 1 de Quart de Poblet.

Esta sustancia estupefaciente se consume masticando sus hojas, como hacen con la cocaína en algunos países, contiene diversos activos psicoactivos como la catinona, la norefedrina y la catina -que tiene una estructura química muy similar a la de la anfetamina-, y está incluida en el listado de la Convención Única de 1971 sobre sustancias psicotrópicas.

La droga es muy popular en países como Yemen, Etiopía y Somalia, entre otros. Un informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías ya advertía de que las cantidades decomisadas de esta sustancia habían crecido notablemente en países como Noruega, Alemanina o Suecia.

El 7 de enero de 2014, la Guardia Civil intervino otros 21 kilos de 'khat' a un viajero británico en el aeropuerto de Manises, aunque este hombre fue absuelto meses después tras un juicio, porque el análisis de los tallos incautados «no reveló la cantidad de principio psicoactivo que podían contener».