J. A. MARRAHÍ
VALENCIA.
Lunes, 28 de octubre 2019
Una presunta agresión sexual en un pequeño comercio de alimentación. La Policía Nacional ha arrestado a un hombre de 43 años como sospechoso de unos tocamientos a una menor de 10 años en su local, situado en una localidad de l'Horta próxima a la ciudad de Valencia.
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Los hechos se produjeron la semana pasada, pero el arresto fue el sábado, después de la denuncia de la menor, que puso lo sucedido en conocimiento de sus familiares y aportó la versión que ahora tratará de confirmar la investigación en marcha.
Según este relato, entró en el citado local de alimentación y el hombre que estaba en ese momento como dependiente la introdujo supuestamente en una zona de la trastienda en la que habría manoseado a la víctima. La niña no guarda ninguna relación de parentesco con el sospechoso y era ajena al local.
Tras la denuncia de los hechos, agentes de la comisaría de este municipio (lo omitimos al tratarse de un delito sexual con una menor de por medio) comenzaron a investigar. Tras las oportunas entrevistas y una exploración de la menor determinaron que había suficientes indicios como para dar por cierto el relato de la niña y procedieron a la detención del comerciante por una presunta agresión sexual.
En casos como este, en el que el supuesto hecho delictivo lo describe una niña de corta edad y no hay más testigos que el adulto acusado y la propia víctima, resulta clave el trabajo de los psicólogos forenses especializados. Mediante entrevistas personales en un ambiente adecuado, valoran la claridad y coherencia del relato que aportan los niños, su grado de madurez o las referencias a los espacios y elementos de la escena de la supuesta agresión sexual.
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A principios de este mes, la Policía Nacional detuvo en Valencia a un joven de 29 años como presunto autor de un delito de abuso sexual. Al parecer, contagió un tipo de condiloma a su sobrina de cuatro años, con la que se quedó a su cuidado en alguna ocasión.
Los padres observaron que la menor presentaba una herida en la zona anal. Una biopsia reveló esta enfermedad de transmisión sexual que se contagia por roce cutáneo. Las investigaciones apuntaron rápidamente a su tío como sospechoso. Al preguntarle los padres a su hija cómo jugaba con su tío, la niña confesó que apagaba la luz y le «tocaba con un pincho», al mismo tiempo que señalaba la parte trasera de su cuerpo. Tras saber que era buscado por la policía, el joven decidió entregarse y el juez lo envió a prisión.
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