El cómplice del hermano de Anglés en un secuestro, acusado de pertenecer a la banda de aluniceros que asaltó la tienda Apple

Uno de los cómplices de Joaquín Mauricio (el hermano de Antonio Anglés) que está acusado de participar con él en el secuestro de un hombre en una urbanización de Monserrat vuelve a estar en el foco de una investigación policial. Al hombre se le acusa de formar parte de una organización que habría cometido hasta 27 robos con fuerza.

En concreto, a Francisco C. se le investiga por ser coautor en cinco robos: uno en un estanco, dos en sitios de apuestas deportivas y en forzar dos vehículos. En esta operación hay 10 personas que están siendo investigadas y la policía ha efectuado 13 registros. A Juan S. se le acusa de un total de 21 robos con fuerza entre los que se encuentran asaltas a marcas conocidas de tecnología y de telefonía móvil.

Esta banda presuntamente fue la que encabezó el asalto a la tienda de Apple del pasado 28 de octubre. Un robo de película. Estamparon un coche contra la cristalera de la tienda de la calle Colón durante la noche. Iban encapuchados para tratar de ocultar su identidad y lograron llevarse un centenar de teléfonos móviles.

Los ladrones huyeron en un Audi A6 y otro vehículo de alta gama en dirección a la autovía CV-35. Pocos minutos después del robo, varias patrullas montaron controles en las salidas de la ciudad de Valencia para realizar un cerco policial. Sin embargo, los ladrones fueron capaces de eludir este control policial. Escaparon en los dos vehículos a gran velocidad saltándose varios semáforos en rojo.

Entre las tiendas que desvalijaron también están Cash Converters, CEX, Codere o KTM. Unos completos expertos en cometer este tipo de delitos y darse a la fuga huyendo del escenario del crimen. Tan sólo dos minutos y medios tardaron en hacerse con un botín valorado en 40.000 euros. En un tiempo récord, los especialistas en alunizajes asaltaron el establecimiento del barrio de Campanar de Valencia, como ya contó este periódico.

Eran las 4.30 horas. Cuatro individuos impactaron con una furgoneta blanca en el local. Lograron forzar la persiana «estirándola a fuerza bruta». Después, rompieron el cristal para lograr entrar. «Si tenemos en cuenta que se llevaron una moto de 12.000 euros y otras dos de unos 6.000 más las bicicletas eléctricas... Podríamos estar hablando de unos 40.000 euros», comentó uno de los trabajadores del local. De hecho, en uno de los registros encontraron una moto Yamaha que estaban preparando para desguazar y vender por piezas.

Los investigadores apuntan a que otro de los encausados, Francisco S., era el cabecilla de la organización. Según las primeras hipótesis, el resto de los miembros tenían bien distribuidas las funciones que debían desempeñar. Algunos actuaban en el ámbito tecnológico de clonado de llaves, otros robando vehículos, otros supervisando previamente el lugar de comisión, otros conduciendo...

Los investigadores tuvieron conocimiento de que los ladrones guardaban parte de las pertenencias robadas en casa de los padres de Francisco «porque este en su casa no va a tener nada». También disponían de una nave en la Avenida de la Constitución 267.

El juzgado de Instrucción número 13 de Valencia considera que los procesados podrían ser autores de los delitos de robo con fuerza, castigados con hasta seis años de prisión, y de pertenencia a una organización criminal, que tiene penas de hasta seis años y medio de cárcel.

Los agentes efectuaron registros en la calle Anna de Valencia, la avenida Constitución, la calle Fleming, la calle Cuenca, Alboraia y Bonrepós. Incautaron mucho material robado, sobretodo herramientas y electrodomésticos además de al menos 100 gramos de cocaína. También una motocicleta Yamaha que se encontraban desguazando para venderla.

Sin embargo, en casa del compinche del hermano de Anglés no hallaron este tipo de artículos robados pero la policía sí le incautó 1.000 euros en efectivo y un televisor. La defensa de Francisco C. pretende impugnar la entrada y registro al considerar que existe una deficiencia en la motivación del auto, que la intervención de los dispositivos electrónicos no estaba justificada y que hubo un exceso en la autorización de registros y se produjeron en horario nocturno.

Las entradas y registros las llevaron a cabo el Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía

Judicial de Valencia, con el auxilio de Policías de la misma Brigada, agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de Valencia, agentes de la 3a Unidad de Intervención Policial (UIP), agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Valencia, agentes de los Grupos Operativos de Respuesta (GOR) de la Comisarías de Distrito de Exposición y Tránsitos, ambas de Valencia, policías de Guías Caninos y de Policía Científica de Valencia.

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