La Comunitat acumula la cifra de crímenes más alta en siete años

La nota positiva, dentro del horror que cada tragedia entraña, es que en la práctica totalidad de los casos hay ya personas detenidas por las Fuerzas de Seguridad, salvo unos pocos en los que el autor se quitó la vida después de acabar con su víctima.

En el balance sangriento quedan este año cinco asuntos pendientes de esclarecer. Son, en primer lugar, el doble crimen de una pareja cuyos cuerpos aparecieron en un paraje de Elche el pasado 6 de febrero. Los cadáveres estaban en muy avanzado estado de descomposición, maniatados y con la cabeza tapada. La Guardia Civil de Alicante sigue las investigaciones y de momento no hay arrestos, si bien todo apunta a un ajuste de cuentas.

Tampoco hay aún sospechosos en la muerte de un hombre que fue tiroteado y arrojado al mar en Vinaròs. El crimen se produjo el 25 de marzo, en la cala Montero. La víctima, un vecino de 58 años de la capital del Baix Maestrat recibió tres disparos en el pecho y el autor huyó del lugar.

El misterio sigue rodeando la muerte de una mujer con algunas partes del cuerpo fragmentadas cuyos restos aparecieron en verano en una parcela de difícil acceso de la localidad castellonense de Alfondeguilla. Fue el 3 de agosto, estaba semienterrada y el caso sigue abierto en manos de la Guardia Civil de Castellón. Sólo trascendió que tenía entre 30 y 50 años y la Benemérita no podía ayer aportar nada nuevo en relación al caso.

Hasta la fecha, tampoco se han producido detenciones en relación a la muerte de María Valdés, la mujer de 53 años que falleció en el incendio intencionado en un garaje de Alboraia. Fue el 16 de octubre y un hombre sufrió heridas muy graves. La Guardia Civil de Valencia sigue en busca de la persona que prendió fuego a varios vehículos y causó así el fatal desenlace.

El último caso aún sin sospechosos ante la justicia es también el último en el calendario criminal de este año en la región. La víctima es Rita Ortiz, la mujer de 77 años cuyo cuerpo apareció el miércoles sin vida y con varios golpes en su vivienda de Guardamar del Segura. Según el relato de su hijo, ambos fueron víctima de un asalto por parte de varios intrusos. De momento, todo sigue bajo investigación de la Guardia Civil de Alicante.

La violencia machista deja este año cuatro crímenes en la lista negra de la Comunitat. El primero de ellos fue el asesinato en Sueca del pequeño Jordi a manos de de su padre, violencia vicaria que evidenció un mal funcionamiento en el sistema de protección de las víctimas. El padre mantenía el régimen de visitas a pesar de haber sido condenado por violencia sobre su expareja.

Ya en verano, el 7 de junio, un hombre acabó en Alzira con la vida de su pareja, Amparo Montalvá, de 53 años. El 26 de septiembre, otra mujer engrosó la lista en Benidorm. Era María Luisa Larrañaga, tenía 68 años y recibió dos puñaladas de su pareja. Alcoi lloró el 23 de octubre el asesinato de la joven Dori G. G., de 27 años.