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Un médico ha reconocido en el juicio que se equivocó al operar a una paciente y que falsificó la historia clínica con tal de enmascarar su error. El facultativo ha aceptado pagar una multa de 24.840 euros después de reconocer ante la Audiencia Provincial de Valencia su conducta negligente.
Por el delito de lesiones por imprudencia profesional graves lo han condenado a 30 días de prisión conmutados por una multa de 60 días a una cuota de seis euros. En cuanto al delito de falsificación documental le han impuesto una pena de 9 meses de prisión que se sustituirían por una multa de 18 meses con el mismo importe. Además le han aplicado una multa accesoria de 60 días. También está inhabilitado para el ejercicio de su profesión durante 4 años. Al condenado se le ha aplicado la atenuante de reparación del daño dado que ya abonó a la perjudicada 80.000 euros de los que 60.000 pagó la aseguradora y 20.000 el responsable. Además, también se le ha contemplado la atenuante de dilaciones indebidas.
Los hechos tuvieron lugar en 2014. La afectada llegó a la consulta del doctor dado que padecía dolor hemifacial y hemicraneal dado que tenía una contractura severa el área de inserción del músculo temporal izquierdo. El médico le sugirió realizarle una operación denominada bridectomía junto con una coronoidectomía derecha para solventarle la contractura. Pero el ahora condenado se equivocó y le practicó la cirugía en el lado izquierda.
Tras ser consciente de que había cometido un error, el facultativo accedió a la historia clínica de la paciente y la modificó para tratar de encubrir su negligencia médica. Pero de nada le sirvió alterar los documentos. A raíz de la operación, la mujer sufrió lesiones y ha tenido que adoptar una dieta fría y líquida además de que le prescribieron analgésicos, corticoides y antibióticos. También ha tenido que recurrir a fisioterapia y a infiltraciones de bótox en los músculos maseteros. También le quedaron cicatrices en la lengua.
El error del médico no sólo le generó afecciones físicas, si no también psíquicas. El psiquiatra forense que la evaluó determinó que la mujer padecía ansiedad y un trastorno de ánimo depresivo a raíz de la intervención.
El Ministerio Fiscal solicitaba para el encausado seis meses de prisión por el delito de lesiones por imprudencia profesional grave y cinco años de cárcel por el delito de falsificación documental. Sin embargo, gracias a que le han aplicado las atenuantes de reparación del daño y de diligencias indebidas al llegar a una conformidad ha conseguido eludir la cárcel y sustituirla en su lugar por una multa de 24.840 euros.
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