Condenado un quiromasajista por abusar sexualmente de una clienta en Paterna

El magistrado dictó sentencia de conformidad después de que el procesado, cuya identidad responde a las iniciales J. M. G. C., reconociera los hechos que denunció la víctima.

Tras sufrir una lesión muscular en la pierna izquierda, la joven acudió el 20 de octubre de 2020 a la consulta del quiromasajista en Paterna. El encausado, que no tiene antecedentes penales, comenzó a bajarle las bragas y desabrochó también el sujetador de la mujer para realizarle un masaje terapéutico.

Según la sentencia de conformidad, el quiromasajista quitó completamente las bragas a la denunciante, manoseó sus ingles y le practicó un masaje muscular con un aparato de punta redondeada. Luego colocó a la joven boca arriba en la camilla y, con ánimo libidinoso, comenzó a frotar con sus manos las partes que rodean la abertura externa de la vagina.

El procesado le preguntó entonces si estaba incómoda y la mujer contestó que sí e intentó cerrar las piernas en varias ocasiones. Después, el hombre cogió la mano derecha de la víctima y, con el mismo ánimo de satisfacer su deseo sexual, la acercó a su pene.

La joven intentó retirar la mano y el condenado la cogió con más fuerza y le dijo que solo tenía que tocar, momento en el que ella volvió a manifestar su negativa. Varios días después, la víctima presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Paterna, que se hizo cargo de las investigaciones y detuvo al masajista por un delito de abusos sexuales.

El Juzgado número 4 de Paterna instruyó la causa y procesó al acusado tras tomarle declaración. La joven tenía 31 años cuando ocurrieron los hechos y sufre alteraciones en su estado de ánimo, una sintomatología compatible con un trastorno por estrés postraumático, según el informe realizado por una psicóloga del Instituto de Medicina Legal de Valencia.

Antes de que se celebrara el juicio, el procesado ingresó en la cuenta del Juzgado de Instrucción número 4 de Paterna los 5.000 euros que reclamó la acusación particular como pago de la responsabilidad civil. La indemnización posibilitó la sentencia de conformidad tras el acuerdo alcanzado entre la defensa y las acusaciones, que solicitaron inicialmente dos años de prisión para el encausado.

El juez también condena al quiromasajista al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, y le prohíbe comunicarse con la víctima durante un año «por cualquier medio informático, telemático, escrito, verbal o visual».

La pena de una año de prisión impuesta al acusado se suspende por un plazo de dos años, aunque la decisión judicial queda condicionada a que el reo no vuelva a delinquir durante ese tiempo y se mantenga a disposición del tribunal competente para la ejecución de la sentencia.

El juez acordó la suspensión de la condena tras valorar tanto las circunstancias del delito como las del penado, así como su ausencia de antecedentes penales, su conducta posterior a los abusos sexuales y el pago de la indemnización para reparar el daño moral que causó a la víctima.