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J. F.
Lunes, 29 de marzo 2021, 00:05
El Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat ha intervenido de forma cautelar tres obras falsas atribuidas a los pintores Domenikos Theotokópoulos El Greco, Francisco de Goya y Amedeo Modigliani, cuyo propietario intentaba comercializarlas por un valor de 12.500.000 euros.
Las tres obras son propiedad de un constructor y coleccionista no especializado en arte de la provincia de Toledo que había iniciado la venta de sus fondos como si fueran originales, con la colaboración de marchantes que intentaban vender la obras a través de correos electrónicos entre coleccionistas, a cambio de un diez por ciento del precio, según informaron ayer fuentes de la Generalitat.
El cuadro de Modigliani iba acompañado por documentos falsificados, presuntamente, que acreditaban su aparente autenticidad con la intención de comercializarlos en Suiza, México y Alemania por un valor de 8.500.000 euros. El Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+I) ha determinado que no se trata de una obra original de Modigliani, sino de una pintura falsa en la que se ha copiado el estilo y temática con firma apócrifa.
Los otros cuadros de El Greco, que intentaban venderse por 2.500.000 euros, y de Goya, a la venta por 1.500.000 euros, también contaban con documentación falsa, presuntamente, para acreditar su originalidad y favorecer su comercialización. En este caso, expertos del Museo Sefardí de Toledo y del Museo Nacional del Prado han emitido los informes técnicos que demuestran que se trata de obras falsificadas.
Según las investigaciones, el constructor adquirió las tres obras falsas como inversión, o las recibió a cambió de alguna acción patrimonial, llegando a acumular una colección de cerca de mil obras pese a su poco conocimiento en arte.
La operación se ha desarrollado por parte de la Unidad de Policía Adscrita a la Generalitat Valenciana y ha contado con la colaboración de la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía. Las diligencias se han remitido al Juzgado de Instrucción número 2 de Ocaña, junto con las autentificaciones falsas y los pertinentes estudios científicos y físicos de las obras de arte intervenidas.
Esta brillante operación policial ha permitido retirar del mercado negro las tres obras. El responsable del Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat, el subinspector Antonio López, ha alertado de que la reventa de falsificaciones es un problema persistente en el mercado del arte que «preocupa a los organismos policiales, pero también a los coleccionistas, marchantes de arte y las familias herederas de los artistas, que ven con cómo aumentan los circuitos ilegales de comercio».
El pasado verano, el Grupo de Patrimonio Histórico ya intervino a este coleccionista cinco obras falsas atribuidas a Ignacio Pinazo, Emilio Grau Sala, Celso Lagar, y Raimundo de Madrazo.
«Lo normal es que una obra atribuida a un autor de reconocido prestigio vaya acompañada de un informe cumplimentado por una persona cualificada conocedora de la obra de dicho autor, y no de un informe ejecutado por un historiador o anticuario», afirma López.
«El exceso de documentación aportada en una compraventa de una obra de arte no es garantía de originalidad, pues no es una cuestión de cantidad de certificaciones, sino de quién las emite y qué conocimientos las respaldan», añade el jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía Autonómica.
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