El crimen de Patraix en 7 claves

El crimen

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16 de agosto. Un vecino accede a un garaje de la calle Calamocha de Patraix y encuentra el cadáver de Antonio, un joven ingeniero de 36 años. Su cuerpo presentaba ocho puñaladas en el tórax, una de ellas en el corazón. El suceso conmociona a los vecinos del barrio y de toda Valencia por las circunstancias en las que se produjo el asesinato: su extrema brutalidad y que se produjera a plena luz del día.

La víctima

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Antonio Navarro Cerdán, 36 años. Ingeniero. Los amigos y familiares de Antonio lo definen como un hombre educado, jovial, familiar y enamorado de Maje, con la que se había casado en septiembre de 2016. Su muerte conmociona Novelda, localidad de donde era natural y en la que reside su familia.

María Jesús M., 'Maje', 27 años. Enfermera, trabajaba en un hospital privado de Valencia. Confesaba que quería vivir la vida con «mucha fiesta» y reconoció que mentía a su marido para mantener relaciones sexuales con otros hombres. Presumió de que su esposo no quería separarse y le perdonaba las infidelidades. Según la investigación, planificó con uno de sus amantes el fatal desenlace de Antonio. En el funeral de su marido, leyó una emotiva carta de despedida.

El asesino confeso

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Salva R. L. 47 años. Compañero de trabajo y amante de Maje. Confesó el crimen de Antonio. Salva estaba celoso porque se había enterado de que Maje iba a viajar a Italia con José, otro amante de la mujer, pero seguía enamorado de ella. Llevó a los agentes a una finca de su propiedad en la que había tirado el arma utilizada en el crimen. Allí se derrumbó.

Un triángulo amoroso formado por tres hombres enamorados de la misma mujer, los sentimientos obsesivos de uno de ellos y la presunta intención de la mujer de deshacerse de su marido desencadenaron el asesinato del ingeniero noveldense Antonio Navarro Cerdán.

Las cartas de amor

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Maje y Salva mantenían una intensa relación epistolar. En el sumario de la investigación se encuentran varias de estas cartas en las que se declaraban su amor. Maje confesaba a Salva que la relación que mantenían "era la más auténtica" que había vivido; mientras que el enfermero contestaba a su compañera que "mi meta es que seas feliz, a mi lado o junto a otros".

El arma del crimen

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El 18 de enero se daba con el arma utilizada para acabar con la vida de Antonio. Salva, asesino confeso, declaró ante la policía que él había matado al marido de Maje y días después llevó a los agentes al pozo ciego de su finca en Ribarroja, lugar en el que había arrojado el arma homicida. El enfermero confesó que asesinó a Antonio con un cuchillo cebollero que había comprado en una ferretería de la calle Lérida de Valencia, pero dio vagas explicaciones cuando le preguntaron el motivo.