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Otra manada y otra agresión sexual en grupo en la playa de Valencia. La Policía Local ha detenido este domingo a cuatro jóvenes de 18 años por manosear a una chica sin su consentimiento, presuntamente, en los alrededores de la discoteca Akuarela Playa.
Los cuatro detenidos negaron los hechos y manifestaron que los tocamientos fueron consentidos por la víctima, que también tiene 18 años, pero ella declaró que la manosearon en la playa en contra de su voluntad y que también le introdujeron dedos en sus genitales.
Un amigo de la chica posibilitó la rápida detención de los presuntos agresores tras seguirlos hasta una parada del tranvía. El joven pidió ayuda primero a dos vigilantes de Metrovalencia, y poco después denunció la agresión sexual cuando una patrulla de la Policía Local de Valencia acudió al lugar.
Según las primeras investigaciones, los cuatro jóvenes, que residen en dos localidades de La Rioja y Navarra, se llevaron a la joven a la playa, donde le practicaron tocamientos, tras aprovecharse del estado de embriaguez que presentaba. La víctima fue abordada por el grupo cuando salió de la discoteca.
Las detenciones tuvieron lugar a primera hora de la mañana de este domingo. Tras recibir el aviso de una agresión sexual en grupo, varias patrullas de la Policía Local de Valencia se desplazaron con urgencia al lugar para auxiliar a la víctima y buscar a los agresores.
Eran las 7.26 horas de la madrugada cuando comenzó el operativo policial, coordinado desde la sala del 092, con la participaron de agentes de la Séptima Unidad (retén del Marítimo) y de la Unidad de Seguridad, Apoyo y Prevención (USAP).
Tras patrullar por las calles de la zona y buscar a sospechosos con los datos facilitados por la víctima y un amigo, las patrullas de la Policía Local no localizaron a la manada, pero un incidente en la parada del tranvía de La Cadena posibilitó la localización del grupo.
Varios jóvenes más que estaban en la discoteca siguieron también a los agresores, tras ser avisados por el amigo de la víctima, y los increparon e insultaron mientras les recriminaban los tocamientos sexuales. Dos vigilantes de seguridad de Metrovalencia acudieron de inmediato cuando vieron el alboroto para separar a los dos pandillas, y avisaron a una patrulla de la Policía Local que realizaba un servicio en la avenida de Tarongers.
Los agentes identificaron a los cuatro jóvenes, escucharon las dos versiones, la de los amigos de la víctima y la de los presuntos agresores, y los detuvieron tras informarles que estaban acusados de un delito de agresión sexual.
Como suele ocurrir en la mayoría de los casos de violaciones grupales, las versiones de los detenidos y de la víctima son muy diferentes. Los sospechosos admitieron que habían estado con la joven en la playa y también reconocieron los tocamientos, pero insistieron en que ella los habría consentido.
Sin embargo, la víctima afirmó que la manosearon en contra de su voluntad. Uno de los testigos declaró también ante la Policía que vio cómo su amiga intentaba irse y dos de los agresores lo impidieron tras sujetarla por los brazos.
Los agentes de la Policía Local se entrevistaron con la denunciante y con dos testigos con el fin de recabar los datos necesarios para realizar las correspondientes diligencias. Además, llevaron a la chica a un centro médico en cumplimiento del protocolo establecido para los casos de agresión sexual.
Los cuatro jóvenes detenidos, que residen en las poblaciones de Calahorra (La Rioja) y Andosilla (Navarra), fueron trasladados a la Inspección Central de Guardia (ICG) en el complejo de Zapadores, donde la Policía Científica les tomó las huellas. La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional de Valencia se hizo cargo de las investigaciones.
La víctima fue reconocida en el Servicio de Ginecología del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe, ya que denunció una presunta penetración con los dedos por parte de unos de los agresores.
El 28 de octubre de 2023, otra joven de 18 años denunció otra violación grupal en la inmediaciones de la misma discoteca. La víctima conoció a sus agresores en la terraza del local de ocio y se dirigió con uno de ellos a la calle. Una cámara grabó cómo dos de los jóvenes salieron de la discoteca y se escondieron detrás de una autocaravana en actitud de espera en el cruce de las calles Astilleros y Vicent Guillot Tío Bola.
Segundos más tarde, el individuo llevó a la víctima al lugar donde se habían ocultado los otros dos jóvenes y permanecieron juntos un espacio breve de tiempo. Luego se unió al grupo el cuarto implicado y unos minutos después comenzó, al parecer, la agresión sexual con movimientos de los jóvenes investigados compatibles con penetraciones, según el análisis de las imágenes grabadas por una cámara de seguridad.
En sus declaraciones ante la Policía y la jueza, la víctima manifestó que sintió mucho miedo cuando la forzaron y que no gritó para pedir auxilio, porque pensaba que si lo hacía le pegarían una paliza. Los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, que se hicieron cargo de las investigaciones, detuvieron poco después a tres jóvenes por un delito de agresión sexual, pero solo ingresó en prisión uno de ellos.
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