La defensa pide otro informe psicológico del asesino confeso de Patraix

La abogada de Salvador R. L., el asesino confeso del ingeniero Antonio Navarro, ha solicitado al juez que autorice un segundo informe psicológico de su cliente para tratar de probar en el juicio que era «una marioneta» en manos de su examante María Jesús M. C., más conocida como Maje, la joven acusada de planificar el asesinato de su marido.

La letrada María Julita Martínez, en su escrito de defensa, pide que un psicólogo forense y una criminóloga realicen la prueba pericial en la prisión de Picassent, donde se encuentra encarcelado Salvador, «para que elaboren una estudio completo de su personalidad con la finalidad de conocer sus capacidades intelectivas y posibles trastornos mentales o patologías a efectos de inimputabilidad», según el escrito presentado por la defensa el pasado jueves en el Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia.

La abogada del asesino sostiene que Maje era «consciente del poder de atracción que tenía sobre él», desde el momento que lo conoció, y lo utilizó en su propio beneficio para «engañarle, manipularle y conseguir que Salvador, locamente enamorado de ella, hiciera cualquier cosa por María Jesús».

Según la letrada penalista, su cliente perpetró el crimen «por estímulos tan poderosos que producen arrebato, obcecación u otro estado pasional semejante», por lo que considera que cabría aplicarle «la eximente completa de trastorno mental o la atenuante de trastorno mental transitorio». El amor obsesivo que el procesado sentía por su compañera de trabajo también es el principal argumento de la defensa de la viuda, aunque con una interpretación muy diferente.

Los abogados Javier Boix y Alicia Andújar mantienen que Salvador, completamente obsesionado, «se convirtió en amigo y asesor de María Jesús, tratando de estar presente en cualquier momento en su vida, reparándole electrodomésticos, haciéndole la compra, lavándole el coche, asesorándola en la herencia de Antonio, cogiéndole cita con el médico, etcétera». Boix y Andújar solicitarán en el juicio la absolución de la viuda al considerar que no planeó el crimen ni instigó a Salvador para que lo cometiera, aunque las acusaciones y la investigación del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional sostienen que ambos planificaron y cometieron el asesinato.

El fiscal Vicente Devesa pide 18 y 22 años de cárcel para Salva y Maje, respectivamente, mientras que los abogados Miguel Ferrer y Patricia Cogollos, que ejercen la acusación particular, solicitan 20 y 25 años de prisión. La viuda se enfrenta a una pena mayor por la agravante de parentesco. Tras reconocer a los acusados poco después de que ingresaran en la cárcel, dos forenses expertos en psiquiatría concluyeron que son imputables al no sufrir alteraciones psíquicas que pudieran afectar a su voluntad o comprensión.

Los médicos de la Sección de Psiquiatría Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia elaboraron los correspondientes informes solicitados por el fiscal después de realizar seis entrevistas clínicas, tres a a Salva y otras tres a Maje, y valorar tanto el historial médico de ambos como sus declaraciones ante la policía y el juez.