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J. A. Marrahí
Domingo, 3 de abril 2022, 12:02
Se inventó un abuso sexual para ocultar una infidelidad a su novio por una relación consentida con otro hombre y ahora ha acabado arrestada. Es lo que le ha sucedido a una joven arrestada por la Policía Nacional en Valencia por acusación y denuncia falsa.
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, las investigaciones se iniciaron a mediados del mes de febrero, cuando los policías fueron alertados y requeridos desde un hospital de la capital del Turia. Allí había acudido una joven que aseguraba haber sufrido abusos sexuales, con lo que se activó el pertinente protocolo de atención integral a víctimas de estos delitos.
Ante la gravedad de los hechos denunciados, agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Valencia se hicieron cargo de las investigaciones para esclarecer lo sucedido.
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Los agentes, tras prestarle la asistencia y la atención especializada, se entrevistaron con ella para intentar reconstruir los hechos. La joven relató que había quedado con un conocido en un local de ocio de Valencia y que, tras consumir alcohol, no recordaba con exactitud los hechos. Posteriormente acudió a la vivienda en la que se encontraba su novio y le manifestó haber sido víctima del delito sexual, por lo que se trasladó al hospital para dar mayor credibilidad a su relato.
Aunque la víctima indicó a los agentes tener lagunas del momento de los hechos, señaló que el hombre que la acompañó al local podría haber abusado sexualmente de ella. Hasta le reconoció fotográficamente.
Tras una ardua investigación en la que los policías tuvieron que superar las dificultades de que la víctima no recordase el presunto abuso sexual, los agentes recabaron toda la información posible. Tras ser analizada detectaron incongruencias y contradicciones entre el testimonio de la falsa víctima y la de los testigos, por lo que se entrevistaron de nuevo con ella para esclarecerlas.
En un primer momento, la víctima reiteró su primera declaración, pero cuando los policías desvelaron los datos recabados y se vio ante sus propias contradicciones, comenzó a mostrar nerviosismo, balbuceos y mantener lagunas temporales excesivas con el fin de justificarse.
De nuevo con paciencia, los policías le facilitaron el tiempo necesario para que la mujer organizara sus ideas y así alcanzar un clima óptimo y de confianza. Pero acabó reconociendo de forma voluntaria que se había inventado los hechos y que no había sufrido tales abusos por parte del hombre al que acusaba.
Los agentes, una vez más, habían descubierto la realidad: la joven había intimado de forma voluntaria con el conocido y le intentó ocultar la infidelidad a su novio fingiendo ser víctima de un abuso sexual. Gracias a las pesquisas se ha evitado que el hombre fuese imputado por un delito contra la libertad sexual.
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