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A. d.
La Pobla
Jueves, 25 de noviembre 2021, 11:10
La Guardia Civil ha localizado esta madrugada a la menor de 15 años desaparecida en La Pobla de Farnals desde el pasado lunes, fuera de la provincia de Valencia. Concretamente en Santoña, Cantabria, donde se fue a casa de un amigo, mayor de edad, que había conocido por Instagram, con los 250 euros que la familia había echado en falta del domicilio el mismo día de su desaparición.
Según fuentes de la familia, el padre de este joven vio la noticia en televisión y dio la voz de alarma, insistiendo para que la adolescente se personara en el cuartel de la Guardia Civil, desde donde se avisó a la familia. A las 2:30 de la madrugada la madre recibió la llamada de su hija diciéndole que "estaba bien".
Según señalan fuentes del Cuerpo, Lucía se fue por su propia voluntad de su casa y en ningún momento ha estado retenida, al contrario de lo que pensaba la familia tras recibir una llamada de la adolescente, 24 horas después de desaparecer, diciéndole a su madre que fuera a por ella.
Han sido cuatro días de desasosiego para la familia que ya han acabado y durante los cuales han hecho una intensa campaña de búsqueda de la menor. En un primer momento pensaban que «se había dejado engañar por algún conocido de Instagram» porque «ella voluntariamente no se iría», como señaló el padre.
La llamada telefónica también descolocó a los padres ya que Lucía «tenía una voz apagada y no parecía mi hija», apuntó la madre. Además, de que señalaron que «era como si alguien le hubiera quitado el teléfono», ya que no acabó de decir su ubicación.
Por todo ello, la madre de la adolescente, Carmen, sigue manteniendo que su hija "no se ha ido por su propia voluntad" y asegura que "vamos a llegar hasta el final de esta historia". Según plantea, Lucía no está bien psicológicamente y esto fue un punto débil para que el amigo, que como señala es diez años mayor que ella, la “convenciera” para fugarse de casa.
La progenitora asegura que no puede dar más datos porque está en proceso de investigación, y la menor ya ha sido examinada por un médico forense.
“Esto no lo quiero ni para mi, ni para ningún padre o madre, porque si se lo ha hecho a mi hija, podrá hacérselo a cualquiera”, apunta Carmen. Y es que Lucía se encontraba en tratamiento psicológico por acoso escolar y la habían cambiado de centro.
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