A. RALLO
Sábado, 23 de mayo 2020
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Los casos de pederastia afectan especialmente a los investigadores por las terribles consecuencias que sufren las víctimas menores de edad, en numerosas ocasiones, sin protección de ningún tipo. La investigación que ha terminado con la detención de un peligrosísimo pederasta, buscado por varios cuerpos policiales en Europa, reúne todos los condicionantes como para no poder olvidar este asunto en mucho tiempo.
La Policía Nacional ha conseguido arrestar a un joven de Gandia, considerado un «mentor» de pederastas por su especial crueldad y por servir de 'guía' acerca de cómo conseguir material pedófilo con las mayores garantías de seguridad para los ilegales usuarios. Los investigadores, en un comunicado, añadieron una dosis más de la especial crueldad de este hombre. Eligió a su pareja sentimental porque tenía dos niñas y podría abusar más fácilmente de ellas al tratarse de una familia monoparental y desestructurada. De hecho, la madre de las menores estaba en prisión por otros motivos con lo que el agresor tenía a su cargo a las menores, de ocho y once años de edad.
Las pesquisas comenzaron hace más de dos años después de que la policía australiana informara del hallazgo de material pedófilo. Los agentes lograron averiguar que esas imágenes se habían grabado en una localidad de Alicante. Finalmente dieron con el autor, un hombre que residía en Gijón. Este admitió la autoría del material, pero negó haber difundido ese contenido en la red conocida como Tor, el internet profundo. Fue entonces cuando averiguaron que su mentor, el joven de Gandia, le había hackeado el ordenador para poner en circulación esas imágenes debido a su alto valor en el mundo de la pedofilia.
En la red, el joven valenciano «se jactaba de haber abusado sexualmente de unas niñas que estaban a su cargo». De hecho, los agentes solicitaron la entrada y registro en la vivienda al observar el tiempo que pasaba con las menores.
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Los agentes acreditaron la posesión de material pedófilo almacenado en una memoria USB con programas de encriptación, que aparentemente se encontraba vacía de contenido. Esta es una de las características de este pedófilo, que era un experto informático y obligó a los agentes a una exhaustiva investigación.
Igualmente, los especialistas de la Policía descubrieron un contenedor oculto y encriptado de gran capacidad, que albergaba más de 80.000 archivos de pornografía infantil, además de hallar el programa utilizado para sustraer el material de abuso sexual infantil que dio origen a la investigación y el conocido «Manual del pedófilo». Este es un dosier con 'consejos' para ejercer este tipo de delincuencia sin dejar rastro.
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Posteriormente, tras cerca de un año de investigación, localizaron nuevas imágenes en las que el detenido abusaba de otra menor de edad. Los policías identificaron a la niña, una menor de su entorno familiar. También descubrieron la existencia de fotografías de otras menores del entorno del investigado que, sin ser explícitamente sexuales, denotaban una inequívoca obsesión hacia las niñas.
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