Lugar donde permanecía retenido el anciano, según las investigaciones de la Policía Local de Silla. LP
Sucesos
Encierra a un anciano en una caseta de campo en Silla para vaciarle la cuenta bancaria
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La Policía Local liberó al hombre de 80 años y arrestó al presunto captor | El detenido sustrajo 6.000 euros a la víctima y le dejaba pasear un rato al día bajo su vigilancia
El infierno en una angosta caseta de campo. Es lo que encontró el sábado por la mañana la Policía Local de Silla después de la alerta de una mujer. Un anciano estaba retenido en contra de su voluntad por parte de un hombre de 52 años, con antecedentes delictivos, que le había sustraído, supuestamente, 6.000 euros de su pensión tras vaciarle la cuenta bancaria.
La Policía Local acudió al lugar sobre las diez de la mañana tras el aviso de la vecina, quien indicó a los agentes que había un hombre de avanzada edad encerrado en una caseta en el camino de la Señoría. También denunció que el captor había cerrado la puerta con llave y le había quitado la tarjeta SIM al móvil de la víctima para que no pudiera pedir auxilio.
Un oficial y dos agentes de la Policía Local de Silla se desplazaron con urgencia al lugar y encontraron la caseta cerrada. Tras llamar a la puerta, abrió un hombre identificado como Vicente C. C., de 52 años y con antecedentes policiales. Cuando los policías locales le preguntaron si había alguien más en la casera, el individuo contestó que estaba solo en su almacén. Tras la insistencia de los agentes, el hombre dijo que en ocasiones iba allí con un amigo de su familia al que cuidaba. Finalmente, los policías se adentraron en la inhóspita estancia y encontraron a la víctima.
Un hombre de 80 años estaba desnudo de cintura para abajo, tumbado en una cama. Como suele ser habitual en estos casos, los agentes hablaron con ambos por separado. El octogenario reveló entonces que vivía allí desde hace tres meses en unas condiciones infrahumanas.
Según la versión de la víctima, el individuo le había encerrado en la caseta el día anterior tras una discusión, le había quitado la llave y no le dejaba salir, intimidándole y aprovechándose de que no tenía relación con ningún familiar próximo. De acuerdo con el testimonio del anciano, el presunto objetivo de Vicente era apropiarse del dinero de la pensión de 1.000 euros mensuales que percibía la víctima.
Para comprender la grave situación que padecía el anciano hay que retroceder en el tiempo. Hace seis meses, el hombre fue engañado, supuestamente, por Vicente después de que este le propusiera participar en un negocio, una empresa de palés, y el anciano entonces le autorizó en su cuenta bancaria para que sacara el dinero que necesitara.
Una rápida inspección de la caseta de campo por parte de la Policía Local sirvió para constatar la precariedad en la que estaba inmersa la víctima. Según comprobaron los agentes, su cama estaba rodeada de trastos, con una cajonera que hacía las veces de cabezal. Había un hornillo para cocinar, el almacén no tenía ventanas ni electricidad, carecía de estufa y en lugar de retrete, había un cubo bajo una silla rota donde el anciano tenía que hacer sus necesidades.
Los agentes trasladaron al hombre al centro de salud. Tras un reconocimiento, los sanitarios comprobaron que estaba en buen estado físico y psíquico. La víctima declaró que Vicente le había sustraído unos 6.000 euros. Ante esta declaración y los hechos observados, los policías locales arrestaron al individuo por los delitos de detención ilegal y estafa, y pusieron al detenido a disposición de la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación.
El anciano desveló otro hecho desconcertante: el supuesto captor le había propuesto matrimonio, pero el octogenario se negó. Para los investigadores, este hecho podría guardar relación con otro intento de Vicente de aprovecharse de la víctima y no con un sentimiento real.
Vivió en un coche
El hombre retenido es originario de una pequeña localidad de la comarca de la Ribera Baixa. Tras discutir con sus hijos, el anciano perdió el contacto con su familia y acabó en una situación de desarraigo. Hasta el punto de que, según fuentes próximas al caso, acabó viviendo en un coche antes de que Vicente se cruzara en su camino y lo abocara a la penosa situación.
El individuo detenido no vivía en la caseta, sino que reside junto a su madre en el pueblo de Silla y periódicamente acompañaba al anciano en sus paseos. Desde hace varias semanas, la víctima ya había mostrado su disconformidad con la disposición del dinero de la pensión que estaba realizando su cuidador.
La propuesta de matrimonio por parte de Vicente fue la gota que colmó el vaso y provocó una fuerte discusión entre ambos. Tras enterarse de la detención ilegal, una vecina de Silla llamó por teléfono al retén de la Policía Local sobre las diez de la mañana del sábado para denunciar los graves hechos, y los agentes acudieron en auxilio de la víctima. Esta mujer acogió en su casa al anciano a la espera de que reciba asistencia de los Servicios Sociales.
El juez de guardia de Carlet decretó la libertad provisional del detenido, aunque sigue investigado en una causa abierta por los delitos de detención ilegal y estafa, y dictó una orden de alejamiento para proteger a la víctima, según informaron fuentes jurídicas. De esta forma, el presunto estafador no puede acercarse a menos de 200 metros de la vivienda donde reside ahora el anciano.
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