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J. A. MARRAHÍ/EFE
VALENCIA/ALICANTE.
Miércoles, 9 de enero 2019, 00:42
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación sobre los cuatro detenidos por la violación en grupo a una joven de 19 años que comenzó con abusos en Benidorm y se consumó en Callosa d'En Sarrià durante Nochevieja. La sospecha es que podrían ser autores de, al menos, otros dos casos similares y también con una participación colectiva. Los investigadores no descartan que aparezcan más casos en las próximas fechas e incluso realizan un llamamiento para que cualquier joven que tenga sospechas de haber sido víctima tras salir de fiesta acuda a denunciar ante la Benemérita.
Así lo manifestaron ayer fuentes de la Comandancia de Alicante que, por razones de discreción en la investigación, no revelan cuándo fueron esas otras dos agresiones bajo sospecha, ni la edad de las víctimas o cuántos de los cuatro detenidos intervinieron. Lo que sí parece ser es que fueron de manera grupal.
Además, la Guardia Civil ya ha atribuido formalmente a uno de los detenidos, un joven de 22 años, otro presunto abuso sexual cometido en el mes de octubre. En esta ocasión, convenció a una chica para que se subiera a su coche y luego intentó mantener relaciones sexuales con ella. Al parecer, ella se negó, pero él insistió presuntamente con tocamientos e incluso trató de bajarle los pantalones. Finalmente se zafó y logró huir.
La víctima no denunció en ese instante, pero sí se le ha tomado declaración recientemente a raíz del último caso de la ya bautizada como 'manada' de Callosa. Y a partir de su testimonio en las diligencias de la Benemérita aparece el nuevo cargo contra el joven de 22 años, que ya tenía unos antecedentes por violencia machista y abusos sexuales a un menor. El abogado de la víctima, Francisco González, no descarta ampliar la acusación a otro testigo del piso de Benidorm al que acudieron los cuatro sospechosos y la víctima antes de trasladarse a Callosa. Estima que previó lo que iba a suceder por la actitud del grupo con la víctima y no denunció los hechos.
El letrado de la joven explicó que el vídeo de uno de los sospechosos que ha registrado la supuesta agresión dura unos 5 minutos. En la grabación, y según su versión, la víctima repetía: «¡Parad, parad!». Pese a su insistencia, González cree que los miembros del grupo «sabían lo que hacían porque hablan y se coordinan. Y cuando la chica decía 'no, no, no', le tapaban la boca con la mano o alguna tela».
El letrado cree que hubo premeditación para llevarla a un grado de intoxicación que anulara su voluntad. Sus recuerdos son borrosos. «Le vienen fogonazos de aquel día», manifestó, y lo último que recuerda fue cuando, tras cerrar el local de Benidorm donde se hallaba fue a un domicilio de la localidad para seguir bebiendo. A partir de ahí, todo se desdibuja. En opinión de González, desde allí la trasladaron ya narcotizada a la vivienda de Callosa d'En Sarrià donde sucedieron los hechos.
LAS PROVINCIAS también contactó ayer con Javier Ródenas, abogado que defiende a dos de los sospechosos, el joven de 19 años y otro de 24. Ambos han declarado al juez que se encontraban drogados y alcoholizados hasta el punto de no recordar «nada». Según su versión ante el juez de la Vila Joiosa, no mantuvieron relaciones sexuales con la víctima. «Ellos admiten únicamente haber estado de fiesta», describe el letrado. «Reconocen que abandonar un bar de copas en Benidorm y luego acudieron a una vivienda de la población con más personas y con la víctima para seguir consumiendo alcohol.
En su relato, se refieren a una bebida sin determinar como posible origen de su aludida confusión. «No saben quién la llevó», resume Ródenas. A partir de ese momento, «no recuerdan ni cómo se trasladaron a la vivienda de Callosa d'En Sarrià» donde se consumó la presunta violación. Un supuesto vacío mental. Sin embargo, y a pesar de decir que no recuerdan, «niegan que hubiera relaciones sexuales» con la joven.
El abogado no cree que se haya utilizado la droga conocida como 'burundanga'. Según Ródenas, la víctima ha admitido en su declaración judicial que consumió alcohol, cannabis y cocaína. Los análisis toxicológicos ya están en marcha.
Ródenas destacó que los jóvenes que defiende no han participado en ninguna agresión sexual anterior, individual o grupal, y los definió como «dos chicos sin antecedentes ni problemas», sino, más bien «gente trabajadora y normal».
Mientras, la investigación judicial en curso en la Vila Joiosa incluye, además del presunto delito de agresión sexual del que están acusados los cuatro jóvenes, los agravantes de abuso de superioridad y trato vejatorio hacia la joven víctima de 19 años.
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