Dos detenidos por el crimen de Gestalgar se acusan mutuamente

Dos de las cuatro personas detenidas por el asesinato de Alfredo Balaguer, cuyo cadáver quemado fue hallado el pasado 29 de junio en Gestalgar, se acusaron mutuamente del crimen durante sus declaraciones ante la Guardia Civil y la jueza que instruye la causa.

El presunto autor material del asesinato, Luis Marcos G. T., de 51 años, se acogió a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, pero su pareja lo incriminó y afirmó también que descuartizó el cadáver con una sierra en la vivienda antes de trasladarlo en el maletero de un coche a Gestalgar, donde le prendió fuego para que la Policía no pudiera identificarlo.

Pilar C. E., de 52 años, también declaró que su hija y su novio, Laura M. C., de 19 años, y Alan G. C., de 23 años, no estaban en la casa cuando Luis Marco mató a Alberto, presuntamente, a puñetazos en el comedor.

Sin embargo, la versión del compañero sentimental de Pilar es muy diferente. Luis Marco declaró el sábado en el juzgado que su pareja mató a golpes a la víctima cuando estaba adormecida en un sofá y que luego él descuartizó el cadáver y se deshizo del cuerpo con la ayuda de los otros dos detenidos: Laura M. y Alan G.

Como ya informó este periódico, el crimen tuvo lugar en una vivienda de la calle Escultor Salzillo en el barrio de la Fuensanta en Valencia, donde residían la víctima y las cuatro personas arrestadas. Días después, Pilar, su compañero sentimental y su hija utilizaron la tarjeta de crédito de la víctima, por lo que el móvil del asesinato para ser económico, según las investigaciones.

Los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil interrogaron a los detenidos para determinar el grado de participación en los hechos de cada uno de ellos, y también registraron la casa donde Luis Marco descuartizó el cadáver. Los agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil hallaron restos de sangre de la víctima en un sofá tras realizar una minuciosa inspección en su domicilio.

Las detenciones se precipitaron después de que Pilar acudiera a la Policía con su hija y el novio de esta para denunciar que Luis Marcos los había amenazado y encerrado en el domicilio, aunque la Guardia Civil ya investigaba desde hace semanas a estas cuatro personas tras identificar a la víctima por el número de su prótesis de titanio, que no se quemó.

La víctima realquiló hace un año una habitación de la vivienda a dos de las personas detenidas, Pilar y su hija, y posteriormente se trasladaron a vivir al domicilio los dos varones. Varias semanas antes del crimen, Alfredo fue detenido por la Policía después de que su inquilina lo denunciara por una agresión que nunca existió.