Detenidos dos hombres por agredir sexualmente a una joven ebria en una discoteca de Valencia

La actuación de una camarera y tres clientas del local de ocio, que auxiliaron a la víctima y avisaron de inmediato al personal de seguridad, fue clave para parar los abusos sexuales y arrestar a los dos individuos.

Los hechos sucedieron sobre las nueve y media de la noche del pasado sábado. Los dos hombres se aprovecharon del estado de embriaguez de la joven para besarla y manosearla. Uno de ellos incluso metió su mano por debajo de la falda de la víctima, según los testigos.

Tres clientas se percataron de que podría tratarse de una agresión sexual, porque la joven apenas se podía mantener en pie, y avisaron a la camarera, que salió de la barra y vio también cómo los hombres manoseaban a la chica.

La empleada de la discoteca llamó entonces a los vigilantes de seguridad, que acudieron de inmediato al lugar, retuvieron a los individuos tras recriminarles su comportamiento y avisaron también a la Policía Local de Valencia.

Cuando los primeros agentes llegaron al complejo de ocio, la víctima aún se encontraba en estado de semiinconsciencia, con dificultad incluso para mantenerse en pie, y estaba acompañada por una turista irlandesa, que se ofreció como testigo para contarles a los policías lo que había visto.

Además de esta mujer, la camarera declaró que había escuchado a la joven cuando «decía en inglés que no quería» en el momento que uno de los hombres «le metía la mano en la zona del glúteo» y el otro la besaba.

Ante tales evidencias, los agentes de la Policía Local detuvieron a los dos hombres por un delito de agresión sexual y pidieron una ambulancia para que trasladara a la víctima al Hospital Clínico, donde recibió atención médica y fue reconocida por una forense. Los policías también tomaron los datos de la camarera y los vigilantes de la empresa de seguridad para realizar las diligencias.

Poco a poco, la joven fue recobrando la conciencia y manifestó a los agentes su intención de presentar la correspondiente denuncia. Tras activar el protocolo de asistencia a las víctimas de agresiones sexuales, un agente del Grupo de Atención a los Malos Tratos (GAMA) de la Policía Local de Valencia se trasladó al Clínico para tomar declaración a la joven y hacerse cargo de las diligencias de investigación.

La víctima manifestó que lo único que recordaba sobre los hechos es que estaba con los dos hombres en la discoteca y que empezó a sentirse muy incómoda cuando la manosearon, porque ella no quería que lo hicieran.

Tras informar a los detenidos de sus derechos y de la grave acusación que pesaba sobre ellos, un delito de agresión sexual, uno de ellos manifestó que trabajaba como policía en Irlanda. Los agentes engrilletaron a los dos individuos y los trasladaron a la Inspección Central de Guardia (ICG) en el complejo de Zapadores, donde la Policía Científica les tomó las huellas antes de que dieran con sus huesos en un calabozo.