La Guardia Civil detiene a dos ladrones que drogaban a sus víctimas con burundanga

Drogaban a sus víctimas con burundanga en encuentros sexuales y luego les robaban el dinero y desvalijaban sus casas en pocas horas. Así actuaban dos hermanos detenidos en Roma y Madrid tras una ardua investigación de la Guardia Civil de Picassent. Los jóvenes colombianos arrestados, Héctor A. C. y Uriel A. C. de 33 y 30 años, están acusados de varios delitos de robos con fuerza, lesiones, estafa, hurto y sustracción de vehículos.

Los individuos utilizaron el mismo método durante varios meses en España. Primero creaban un perfil falso en una red social de contactos sexuales para hombres y luego concertaban una cita en el domicilio de la víctima tras engatusarla. Antes de mantener relaciones sexuales insistían en conversar un rato y tomar una copa, momento que aprovechaban para echar escopolamina en la bebida.

Una vez que las víctimas quedaban inconscientes, los ladrones sustraían dinero, joyas, teléfonos móviles, ordenadores y otros objetos de valor. Horas después, la víctima despertaba con dolor de cabeza y aturdimiento, pero apenas recordaba el encuentro sexual y descubría que le habían desvalijado su domicilio. La escopolamina, una droga conocida como burundanga, causa taquicardia, alucinaciones y confusión, por lo que los delincuentes conseguían algunas veces los números secretos de las tarjetas de crédito, facilitados supuestamente por los hombres que sufrían los robos, y extraían dinero de los cajeros. Esto parecía posible porque la droga anulaba la voluntad de las víctimas, según las investigaciones.

La Guardia Civil atribuye a uno de los ladrones detenidos un gran número de robos cometidos en Madrid con el mismo método. El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Picassent inició las investigaciones tras la denuncia presentada por un vecino de El Saler. Según la víctima, un joven al que había conocido en una red social de contactos le drogó para robarle su vehículo, joyas, relojes de lujo, teléfonos móviles, ordenadores y dispositivos móviles, todo ello valorado en 20.000 euros. El ladrón también le sustrajo 5.000 euros que tenía en efectivo en su casa y otros 1.500 euros que sacó en varios cajeros automáticos con dos tarjetas de crédito del denunciante.

Además, el mismo individuo desvalijó otra vivienda del mismo edificio tras coger la llave en la casa de la primera víctima. El delincuente sabía que los propietarios se encontraban de vacaciones y aprovechó la circunstancia para cometer dos robos en la misma noche. Tras una investigación, la Guardia Civil identificó al ladrón y a un compinche como presuntos autores de estos hechos delictivos y de otro robo cometido en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig. Estos individuos solían elegir a víctimas de avanzada edad y también robaron a un invidente en Madrid.

Según se desprende de las investigaciones, los delincuentes se afincaron en Madrid, aunque viajaban a otros países con frecuencia y se desplazaban a varias provincias españolas, donde captaban a sus víctimas con perfiles y números de teléfono falsos en las redes sociales para dificultar su localización. Ante las dificultades para arrestarlos debido a su movilidad geográfica, un juez dictó una orden europea de detención para los dos jóvenes colombianos.