La Guardia Civil ha detenido en Valencia al menos a tres personas por su presunta vinculación con el grave incendio que el pasado 15 de mayo afectó al buque carguero Grande Europa cuando navegaba por el Mediterráneo, cerca de la isla de Cabrera y con destino al puerto de Valencia. Por el momento, se ha decretado el secreto de sumario y son pocos los datos que han trascendido sobre los arrestos, si bien todo indica que el fuego fue intencionado.
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Los hechos sucedieron de madrugada. Desataron todas las alarmas y un gran dispositivo para neutralizar las llamas y evitar el desastre que hubiera supuesto el hundimiento del carguero o una fuga. El barco portaba 1.843 coches y a bordo viajaban unos 25 tripulantes. Según Salvamento Marítimo, 15 de ellos tuvieron que ser evacuados por seguridad durante las tareas de extinción.
El fuego arrasó más de un centenar de los vehículos transportados, algunos de ellos de alta gama. Se pudo extinguir con los equipos internos contra incendios y la ayuda de embarcaciones náuticas contra este tipo de siniestros que regó con agua y enfrió la zona afectada. Finalmente, el buque fue trasladado a Palma de Mallorca y allí comenzó la inspección ocular.
Los agentes de la Guardia Civil especializados en estos análisis de incendios comprobaron, en primer lugar, que no se trataba de un accidente. Se produjeron dos incendios de madrugada en sendos vehículos transportados. Ese fue el foco. Según publica el diario mallorquín Última Hora, hay indicios del empleo de materiales acelerantes de la combustión.
La investigación la ha impulsado la Comandancia de la Guardia Civil de Baleares con el apoyo de agentes de la Policía Judicial de Valencia. El resultado son esas primeras detenciones de sospechosos en Valencia. Por el momento, la Guardia Civil de Baleares no aporta más datos, pues el caso está aún abierto, bajo secreto de sumario y las investigaciones en un punto incipiente. Por tanto, no ahondan en quiénes son los arrestados o su papel en la posible trama de intereses que estuvo a punto de causar un desastre naval y ecológico. El esfuerzo de los equipos de extinción impidió un vertido en aguas del Mediterráneo.
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El Grande Europa es un 'car carrier' de 183 metros de eslora con bandera italiana de 20 años de antigüedad. El buque había partido del puerto italiano de Salerno y el siniestro tuvo repercusiones en Valencia, pues afectó al embarque de modelos de la compañía automovilística Ford. Fuentes portuarias apuntaron tras el incendio que la multinacional se vio obligada a reordenar el envío de unidades fabricadas en Almussafes con destino al mercado británico. Y es que Reino Unido era el siguiente destino del buque después de Valencia, concretamente el puerto de Southampton. A diferencia de otras mercancías como las que se transportan en contenedores, los coches requieren buques especiales como el siniestrado, con una estructura muy similar a un inmenso aparcamiento. Al haber un menor número de buques de estas características, la solución a incidencias como esta resulta compleja.
En un principio, la compañía naviera vinculó el incendio con una deflagración de la batería de dos vehículos nuevos. El Grupo Grimaldi hizo un llamamiento para que se introduzcan «controles y regulaciones más estrictos sobre las modalidades de transporte marítimo». Sobre los vehículos que se montan en sus buques demandaban una mayor atención «sobre las baterías de los automóviles».
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