La Policía localiza y captura en un zulo de Ribarroja a un estafador con 11 reclamaciones judiciales

Un pequeño habitáculo con un agujero detrás de una estantería era el lugar que había dispuesto un fugitivo para ocultarse cuando la Policía entrara en su chalé. Un perro adiestrado en la búsqueda de billetes marcó el mueble, y segundos después, su guía lo movió unos centímetros y descubrió el zulo donde estaba escondido el delincuente.

La Policía Nacional de Valencia informó ayer de la captura de este prófugo, que tenía hasta 11 reclamaciones judiciales, nueve de ellas para su detención y personación ante el juez y las otras dos para su ingreso en prisión. Tras localizar su domicilio en una urbanización de Ribarroja del Turia, los investigadores comprobaron que el fugitivo apenas salía del chalé. Sabía que la Policía lo buscaba, y por este motivo, construyó el zulo y mandó instalar un sofisticado sistema de grabación con cámaras de vigilancia en varios puntos del cercado.

El hombre detenido tiene 33 años y está acusado de tres delitos de estafa por una cuantía de 100.000 euros. La Policía Nacional comenzó las investigaciones tras las denuncias interpuestas por dos empresarios de Valencia, los cuales pagaron un total de 22.233 euros para la compra de material de protección frente al Covid en abril del año pasado, y tras un año de espera, no llegaron a recibir nada.

Los investigadores detuvieron a una mujer colombiana que había abierto la cuenta en la que las víctimas ingresaron el dinero, y al mismo tiempo, descubrieron que el presunto estafador era un hombre que utilizaba una identidad falsa. Tras realizar más pesquisas, los agentes averiguaron que el mismo individuo había estafado 86.535 euros a una empresa francesa en la compra de teléfonos móviles.

A mediados de julio, el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Nacional y los investigadores montaron un operativo para detener al prófugo y registrar el chalé en Ribarroja, pero no localizaron al delincuente en la casa. Una vez en el interior, una policía del Grupo de Guías Caninos realizó un segundo registro con su perro especializado en la búsqueda de dinero y fue entonces cuando la agente localizó el zulo y vio un brazo a través de un pequeño agujero.

Mientras se ocultaba en el habitáculo, el fugitivo visionaba en un ordenador portátil las grabaciones de las cámaras para observar los movimientos de los policías. El detenido tiene 29 detenciones por estafa, falsificación de documentos, usurpación de estado civil y apropiación indebida.

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