Un fugitivo buscado por seis asesinatos en Ucrania se ocultaba en una casa de campo en Puçol

La Policía ha puesto fin a la huida del peligroso criminal ucraniano Dmytro I. L., un fugitivo que estaba reclamado por las autoridades de su país por el asesinato de seis personas, dos de ellas policías, en una manifestación durante unos disturbios acaecidos en Kiev en 2013. Cuatro agentes de paisano apresaron al prófugo en las inmediaciones de una cafetería de Puçol, la localidad donde se ocultaba y vivía en la indigencia.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de abril cuando la Policía tuvo conocimiento, a través de la Agregaduría de España en Ucrania, de que el presunto asesino podría encontrarse en la provincia de Valencia, posiblemente en la localidad valenciana de Puçol.

Tras valorar la gravedad de los hechos que le imputan en su país y tener en cuenta también su perfil de elevada peligrosidad, con la posibilidad incluso de que pudiera reincidir en la comisión de delitos similares, la Policía española priorizó las investigaciones entre otros casos para localizar y detener al presunto criminal.

El Grupo de Localización de Fugitivos y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Valencia asumieron el caso y comenzaron a realizar indagaciones en Puçol, donde algunos vecinos aseguraron que habían visto al prófugo.

Las gestiones llevadas a cabo por los agentes revelaron que el fugitivo se desplazaba habitualmente en transporte público para no ser detectado. Los policías que seguían su rastro hallaron pistas de su paradero en diferentes provincias en un corto intervalo de tiempo, concretamente en Barcelona, Madrid y Valencia. Además, los investigadores averiguaron que este hombre había estado residiendo en un piso de Puçol, donde realquilaba las habitaciones, pero cambiaba de domicilio frecuentemente para evitar su localización.

Tras el avance de las investigaciones, los agentes constataron que el Dmytro llevaba varias semanas residiendo en una casa abandonada situada en una zona rural cercana al casco urbano de Puçol. Los policías establecieron entonces un discreto dispositivo y realizaron diversas gestiones que llevaron a la localización de una cafetería a la que solía acudir a diario el fugitivo.

Después de varias vigilancias con agentes de paisano en las inmediaciones del establecimiento, el dispositivo policial dio resultado la semana pasada y Dmytro fue apresado y puesto a disposición del juzgado central de instrucción que estaba de guardia en la Audiencia Nacional. El prófugo no ofreció resistencia en el momento de su detención. La Policía registró también la casa donde malvivía el fugitivo, aunque no halló armas ni objetos que pudieran relacionarlo con otros delitos.

Los crímenes por los que era buscado Dmytro se remontan al año 2013 durante unos violentos disturbios ocurridos en el centro de Kiev. El fugitivo, que portaba un rifle y una cantidad aproximada de 60 cartuchos, abrió fuego contra varios policías, presuntamente, y mató a dos de ellos. Aunque las autoridades de Ucrania aún no han podido determinar el número exacto de agentes heridos y fallecidos por la acción criminal de este individuo y otros cómplices, los investigadores de la Policía ucraniana les atribuyen otros cuatro asesinatos de personas que estaban en la manifestación.

El pasado mes de abril, la Policía Nacional detuvo en Castellón a otro fugitivo buscado en Marruecos por asesinar, presuntamente, a seis miembros de su familia, entre ellos un bebé y un niño de corta edad. El prófugo tenía una orden internacional de detención por acuchillar a las víctimas mientras dormían en su domicilio y prender fuego a la casa en la ciudad marroquí de Salé. El cruento crimen se saldó con la muerte de seis personas: un hermano, una cuñada, dos hijos y dos nietos menores de edad del prófugo.

Una de las víctimas sobrevivió al incendio pero falleció poco después en el hospital. Las otras cinco murieron en la vivienda de dos plantas tras quedar atrapadas por el fuego y el humo. Los cuerpos presentaban cuchilladas y quemaduras de tercer grado.

Y hace unos días, la Guardia Civil de Requena apresó a otro fugitivo polaco que tenía una orden internacional de búsqueda y captura por su presunta implicación en más de 30 robos con violencia e intimidación.