EP.
Viernes, 22 de marzo 2019, 00:31
La Audiencia de Valencia ha condenado a diez años de cárcel a una hija de 36 años que mató en 2017 a su padre de 67 con un cuchillo de cocina en la vivienda que compartían en Godella, en un ambiente «totalmente tóxico» tanto por la extrema suciedad como por la adicción de la víctima al alcohol y de la acusada a los analgésicos y psicotrópicos desde la adolescencia, según recoge la sentencia.
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La mujer le clavó varias veces el arma y le seccionó una arteria y una vena. El jurado no consideró probado que tuviera mermadas sus facultades psíquicas.
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