Jorge Ignacio: «Compré lejía, amoniaco y escoba para limpiar todo»

La sesión se retomará mañana a las 10 de la mañana con las conclusiones de una de las partes de la acusación particular. Y el viernes será el turno para las conclusiones de la defensa.

Termina la declaración del acusado. Y concluye la sesión de hoy.

“¿Consume habitualmente cocaína?”. Respuesta: “Sí. Medio gramo o un gramo”.

“Si ganaba trabajando 900 euros, ¿Cómo se costeaba dos casas, tres coches y los servicios en los prostíbulos?”. Jorge Ignacio asegura que tenía un colchón de ahorros y que además había pedido un préstamo al banco. Sin embargo en preguntas anteriores asegura que no tenía un contrato en regla, ni los papeles de residencia ni de trabajo.

“No me pude entregar antes, no tuve el valor de entregarme antes, pero quería aclarar todo”

Jorge Ignacio dice que cuando estaba con Marta Calvo acordaron llamar a otras mujeres para que acudieran a Manuel. «Por eso e el registro salen las respuestas de esas mujeres después de la muerte de Marta», dice.

Sostiene que tiró las bolsas con los restos en Alzira y en Silla, pero asegura que fue aleatorio. “Nadie me conocía en esos pueblos”.

“¿Dónde están las sierras con las que hizo el descuartizamiento?”. El acusado piensa antes de dar declaración. Y da rodeos y no contesta, ni concreta.

El encausado no responde a las preguntas: “¿Por qué tiró los restos de Marta en diferentes contenedores?”, pregunta el jurado. Respuesta: “El problema era cómo ponerlos en el coche sin que se movieran, dos bolsas de las pequeñas cabían en el asiento de delante y una de las grandes cabía en el suelo de los asientos, así lo organicé, por cuestión de practicidad”.

“En Señera nunca he estado, se lo dije a los investigadores, que ahí no iban a obtener resultados”, prosigue Jorge Ignacio en su declaración en el juicio por el caso Marta Calvo.

Se reanuda la sesión. La magistrada se dirige a los miembros del jurado: «La ley prohíbe gestos, de aspavientos y todos esos gestos que hayan visto en esta sala no los tengan en cuenta, como si no hubiesen acaecido»

Hay un receso de 20 minutos. La magistrada advierte que quedan muchas preguntas por parte del jurado.

“¿Por qué tardó tanto en entregarse?”, pregunta el jurado popular. Jorge Ignacio se muestra alterado. “Yo no puedo cambiar lo que hice, si yo hubiese sabido que no iba a ser capaz de quitarme la vida habría llamado a la Guardia Civil y hoy no estaríamos aquí”.

Es turno del jurado popular.

“Nunca he tenido intención de matar, ni de hacerle daño a las chicas fallecidas ni a las que han venido a denunciar”, así finaliza el interrogatorio por parte de su abogada.

Niega que se le haya investigado por tráfico de drogas o agresión sexual, aunque está condenado, tal y como se ha leído previamente en la sala en sus antecedentes penales, por delito de tráfico de drogas.

El encausado llora, se pone cada vez más tenso y reprocha ante el jurado las acusaciones de los forenses y los investigadores de la Guardia Civil. Eleva la voz y se muestra molesto con los informes que se han realizado durante la investigación.

“Por parte de la acusación y de la Fiscalía se me contaminó mi defensa, se han excedido sin contar la campaña de desprestigio que han hecho fuera sobre mi persona, sobre que soy un monstruo, eso no lo pueden decir eso, eso lo puede decir un perito”

“Compré lejía, amoniaco y escoba para limpiar todo y todo eso lo limpié, compré el desatascador porque quedaban restos, yo limpié hasta la saciedad el servicio, aquí se dicen cosas muy inexactas”.

El encausado se altera en algunos puntos de su declaración y se detiene en detalles sobre los interrogatorios con la Guardia Civil y sobre las pruebas que según insinúa Jorge Ignacio están manipuladas y tergiversadas. «Conté lo que había ocurrido por lo menos 10 veces», dice en referencia a la muerte de Marta Calvo.

Jorge Ignacio continúa dando su versión ante el tribunal y el jurado popular. Su abogada sigue con las preguntas para demostrar su versión del caso Marta Calvo.

“La carta la escribí el lunes cuando intenté suicidarme, quería que supieran que había pasado con la chica, yo no sabía que se llamaba Marta Calvo. La escribí por la tarde en el Vips de Gran Vía, y la guardé en mi mochila. Cuando declaré a la Guardia Civil no presenté la carta porque ya había declarado y porque no me acordé, eso era porque me iba a suicidar”.

El acusado estuvo vagabundeando por las calles antes de presentar su confesión. Narra cómo los agentes le interrogaron y le dijeron que su versión no coincidía con la de los testigos ni con la de su madre.

Jorge Ignacio sigue con su declaración cada vez más nervioso. Se le quiebra la voz cuando explica los días posteriores al momento en el que se deshizo del cuerpo Marta Calvo.

Según expone su intención era la de suicidarse y por eso se deshizo del cuerpo de Marta Calvo porque “cómo me iba a suicidar, qué más da”.

El acusado sigue relatando su versión de los sucedido. “La recogí y fuimos a Manuel, todo se desarrolla todo normal hasta que después de varias horas ella me dice que venía de fiesta y que quería parar. Nos dormimos y cuando yo me desperté , subí la persiana y había algo extraño. No le encontré pulso, no respiraba y se me vino el mundo encima”.

“Contacté con Marta por mi cumpleaños. Me dijo que estaba ocupada y contacté con otra chica. Hablé con una de las chicas de Ruzafa y fue allí, me duche y ella me insistió para hacer fiesta blanca, me pedía más dinero y le dije que no, fue ahí cuando me escribió Marta y le dije que viniera a mi casa«. »

Empieza el relato de la fatídica noche con Marta Calvo.

Jorge Ignacio reconoce que es probable que estuviera con Lady Marcela, una de las denunciantes, en un encuentro sexual. Niega que le tapara la boca o le agrediera.

Jorge Ignacio niega que haya llevado bolsas de cocaína. “Sólo llevaba mi dosis”, repite ante las preguntas de su abogada.

“Conseguía la droga porque en todos los pueblos hay algún camello, yo no llevaba pelotas de tenis ni una maleta llena de cocaína, llevaba medio gramo o un gramo, llevaba lo mío”.

Jorge Ignacio declara que no podía abandonar España, no tenía permiso de residencia pero tampoco se podía marchar. Tampoco tener un contrato reglado, dice que sus ingresos eran de 900 euros para arriba.

“¿Cómo costeaba estos servicios?”. El encausado asegura que a parte de cosas extra “porque soy pintor y se me da bien, he pintado alguna casa”, trabajaba en la hostelería y recogiendo fruta en la zona.

Sobre los relatos de las denunciantes: “Con alguna de ellas sí que contrataba servicios sexuales, pero con otras es inverosímil, algunas dicen que les robé el servicio y cómo la iba a llevar yo a mi casa para robarles”.

“Yo no les he introducido absolutamente ninguna sustancia a esas chicas, eso es una fantasía de ellas”

Jorge Ignacio sostiene que se enteró de la muerte de Arline cuando él presentó su confesión y se entregó, y los investigadores de la Guardia Civil se lo comunican.

Explica a los miembros del jurado popular sobre la detención durante un control de la Guardia Civil tras la muerte de la joven Arline. “La policía me dijo que conmigo hacían bingo, pasaron dos horas y nunca me explicaron nada, hasta que me dejaron ir”.

Su abogada le pregunta si vio convulsionar a la chica. Y Jorge Ignacio lo niega.

Jorge Ignacio se reconoce en el vídeo de Arline que se ha reproducido como prueba en el juicio. El encausado relata ese encuentro al jurado popular algo alterado.

Especifica en qué consisten para él las fiestas blancas y comenta que se hace para el consumo del cliente, que algunas de las chicas también consumen y que la droga se usa de modo erótico pero para el que el cliente se coloque. “Si por ejemplo yo pongo la droga en un pecho es para mi consumo”.

“En un 40% de los servicios he hecho fiesta blanca, no la inventé yo, la descubrí a través de ellas”, dice tajante Jorge Ignacio.

“¿Cómo contactaba para contratar servicios sexuales?”. Jorge Ignacio explica que a través de prostíbulos o a través de aplicaciones y páginas de internet.

«Son hechos tergiversados que se van modificando maliciosamente para imputarme delitos penales. Quiero decirle a los señores del jurado que antes de que el juicio de Marta se hiciese público ninguna mujer me había denunciado»

Reconoce que contrató por servicios sexuales. El encausado niega que haya querido hacer daño a alguna mujer y tampoco dice conocer a ninguna de las denunciantes que le acusan de agresión.

“¿Usted mató a Arline Ramos, Lady Marcela y Marta Calvo?” Jorge Ignacio lo niega.

Empieza la interrogación por parte de su abogada.

Las partes exponen a través de sus preguntas las partes que les preocupan sobre el caso Marta Calvo. Sobre todo, sobre cómo se deshizo del cuerpo y sobre su paradero.

Jorge Ignacio hace gestos y se revuelve en la silla cuando se leen las preguntas sobre la cantidad de droga que tenía en su posesión y sobre los detalles de cómo se deshizo del cuerpo de Marta Calvo. Su abogada no deja de hacerle señas, llevándose el dedo índice a la boca, indicando que se abstenga.

Otra de las partes de la acusación particular lee las preguntas que quería hacerle a Jorge Ignacio.