«Pensé que si cerraba los ojos me iba a morir»

«También dieron detalles de la vivienda».

«Facilitaron el número de teléfono con el que habían mantenido contacto con él».

«Las dos reconocieron la cara de Jorge Ignacio e incluso la vivienda».

«Ambas se identificaban con Marta, ambas pensaban que podían haber sido ellas».

«Se notaba que estaban angustiadas y nerviosas al rememorar una experiencia en la temieron incluso perder la vida».

Declara ahora el guardia civil que tomó declaración a M.M.C. y M.T.

Ella también reconoció a Jorge Ignacio al verle por televisión en el caso de Marta Calvo.

«Incluso al día siguiente, después de ir al hospital, me extraje unas rocas de cocaína del ano y de la vagina. No me percaté de cuándo me las introdujo. Creo que lo hizo en el momento en que yo estaba dormida». Lo había intentando antes y ella le había dicho que no.

Tuvo que ir al hospital porque se encontraba muy mal. Pidió un análisis, pero le dijeron que tenía que poner una denuncia para que lo pudieran mirar.

Cuenta que él tenía una roca de cocaína «grande como una pelota de golf, casi de tenis». «Era mucho para ser cocaína».

Mientras la llevaba le preguntó qué le había hecho, «cómo podía ser que me hubiera dormido». Él contestó: «Eso solo puede ser veneno». «En ese momento me asusté», reconoce.

Finalmente le pidió que la llevara a casa porque tenía que ir a trabajar. «Accedió a llevarme, pero puso mala cara. Me dijo que me quedara y le dije que no. Me dijo incluso que me esperaría en el parking del trabajo a que saliera y le dije que no».

«Cuando desperté empecé a fijarme que toda la cama estaba llena de cocaína, desde la parte de abajo hasta las almohadas, todo lleno. Él intentaba tocarme e introducirme cocaína, le dije que no, y le dije que no me tocara ni se acercara».

«Me preocupé porque cuando consumes cocaína es casi imposible que te duermas».

«Arriba me ofreció otra copa de vino, y le dije que le acompañaba a poner la copa y me insistió en que no, que iba él». «Subió con la copa de vino y cuando me la tomé me desmayé completamente, me desperté después de una pesadilla horrible». «Me desperté muy asustada y le oía a él alrededor de la cama muy nerviosa y me dijo que nos habíamos dormido los dos, pero era imposible».

«Me llevó a Manuel, donde tenía una casa, y ahí primero me ofreció beber algo, le dije que una copa de vino blanco, me la bebí, luego me ofreció cocaína»

Señala que el acusado le pidió pasar la noche en Manuel y que ella aceptó. Cuenta además que cuenta con unos chats posteriores «en los que le dije que estaba asustada porque había pasado tres días en que no había podido ni comer, había tenido que ir al hospital, y me pusieron suero, que nunca me había encontrado así. Además de que cuando estuve con él tuve un desmayo».

Turno para la tercera testigo, M.T., que el 26 de septiembre, que asegura que fue a la vivienda de Manuel donde residía el acusado para realizar servicios sexuales.

La testigo aclara que en todo momento se negó a la propuesta del cliente de que le introdujera cocaína en la vagina y el ano. Y que él se lo propuso en la segunda hora que pasó con él. Pero había empezado a sentirse extraña 30 minutos después de recibirle.

La víctima cree que Jorge Ignacio sospechó y por eso no volvió a la vivienda.

Ella acabó por decirle que sí. Que se volvieran a ver. «Le dije: 'Vale, vente'. Pensé, este tío viene aquí y yo llamo a la Policía»

Al día siguiente él reconoció en una conversación de WhatsApp lo que le había hecho. «Le escribí y le dije: 'No sé lo que quisiste hacer, pero no pudiste matarme». El contestó: «Tengo más dinero y voy a volver a verte, y voy a volver a hacerte todo lo que te he hecho». Entre esas cosas detalló: «A meterte cocaína por la vagina y por el ano»

«Cuando me puse bien me fui a la ducha, me duché con agua fría, pero mi cuerpo no sentía el frío. Y después intenté lavarme mis partes y era imposible con la normalidad que solía hacer, no entendía en ese momento por qué. No me podía frotar porque me dolía. Después de eso no podía dormir y no podía salir de esa casa. Yo creía que me estaba esperando fuera».

«Pensé que si cerraba los ojos me iba a morir»

«No podía levantar las manos, era como una gelatina, él me ponía drogas debajo de las axilas, detrás de la rodilla, y luego me besaba. No sé cuánta cantidad me metió por la vagina y el ano. Estaba consciente y luego inconsciente». «Le dije que se fuera pero me dijo que quería quedarse más tiempo. Le dije que no porque me encontraba muy mal. Le dije: 'Si no sales, grito desde el portal. Tardó un montón en salir de la habitación. En aquel momento ya no me importaba que me robara».

«Luego me di cuenta de que yo ya estaba cambiando. Tenía calor, no me dejaba poner el aire. No me gustaba la música que estaba poniendo. Me trastornaban las canciones que él, me ponía nerviosa».

«La bebida tenía algo raro, un sabor muy raro. Sabía como amarga. Después él cambió totalmente, me decía 'Te quiero meter drogas por la vagina, por el ano', y llegamos a una posición que todavía recuerdo, yo estaba tumbada en la cama, y supuestamente me iba a hacer sexo oral, pero yo creía que me quería robar»

«Entró al domicilio, cuando yo veo que era un chico normal no me imaginé lo que tenía en la cabeza. Le dije, nos tomamos unas cervezas, y yo le dije, esta cerveza me sabe mal. Yo cometí el error de dejar mi cerveza en la habitación y guardar el dinero en la cocina. Tuvo tiempo con mi bebida a solas».

Testifica ahora S.R. que presuntamente se vio con el acusado el 26 de agosto de 2019 en una vivienda de Valencia en la calle Lladró y Mallí.

Respecto al tamaño de la bola que que se sacó de la vagina cuando fue al baño, a pregunta de la magistrada, la testigo asegura: «Como una canica, pero no de las pequeñas, una canica de las gordas».

«Volvió a llamarme, no le cogí el teléfono y hablamos por WhatsApp». «Él quería que yo fuera otra vez a la casa de Manuel y yo quería que él viniera a mi apartamento, pero él era muy listo, ni yo fui ni él vino», cuenta. Cuando le preguntan por qué quería hacerle ir al apartamento, asegura: «Se las quería hace pagar»

«¿Por qué no denuncié?. Por vergüenza, por miedo», dice.

Cuando vio una cámara en la estación se sintió aliviada. Después empezó a notar frío. «Él me sacó el billete y se esperó conmigo. Yo era incapaz de hacer las cosas sola. Me dijo: 'Ese es tu tren'».
«Todo el camino me decía, ahora no te duermas, porque se me cerraban los ojos».

Tras pedirle terminar porque se encontraba mal, el acusado accedió a llevarla a la estación de tren.

«Tenía pánico». «Él me preguntaba si estaba bien, le dije que sí, que solo necesitaba un momento».

«Desenrosqué el mango de la ducha y la metí allí».

Se metió en la ducha. «No notaba el contacto del agua en mi piel». Fue entonces cuando pensó que tenía que haber algo más. Volvió a ponerse en cuclillas y a explorarse y encontró otra bola.

«Me costaba abrir los ojos. Cuando los abrí, estaba él encima, y fue un acto reflejo, puse las dos manos y lo aparté. No me encontraba nada bien. Le dije que necesitaba ir al baño a hacer pipí, fui y no noté que yo hacía pipí. Y dije, 'Vale, aquí no va bien algo'. Me puse en cuclillas me metí el dedo y saqué una bola», cuenta muy nerviosa. En ese momento se moría de miedo, reconoce.

«Entramos en la habitación, me senté en el cama, y fue como estar sentada como en una nube, la sensación más placentera del mundo. Nunca me he sentido así. Pensé que estaba soñando».

Recuerda que en el encuentro, él la recogió en Valencia y la llevó a Manuel. Allí le ofreció champán. «Solo di un par de sorbos. Tomé un par de sorbos mientras hablábamos. Al poco me empecé a sentir mal. Se lo dije, y me dijo: 'Pues vamos a subir y empezamos'».

Asegura que denunció cuando vio las noticias en televisión sobre Marta Calvo. «Estaba segurísima de que era él».

Comienza declarando M.M.C., que fue presuntamente llevada por el acusado a la vivienda de Manuel el 30 de junio de 2019. Solo 15 días después de la aparición del cuerpo de Lady Marcela.

Dos de ellas estuvieron en la misma casa de Manuel que donde el presunto autor de los hechos reconoció haber acabado con la vida de Marta Calvo.

Esta mañana está previsto que testifiquen tres de las mujeres que sobrevivieron a encuentros con Jorge Ignacio, el presunto autor de las muertes violentas de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo, y de intoxicar a otras ocho.

¡Buenos días desde la Ciudad de la Justicia de Valencia! Bienvenidos al directo de la novena sesión del juicio por el caso de Marta Calvo.