«Se veía venir que iba a hacer algo así». Los vecinos de la calle Brasil de Valencia conocían bien a Manolo, el hombre detenido como presunto autor de la muerte de su hermana Mari y arrestado por la Policía Nacional este miércoles por la noche tras estrangularla con una correa, como ha adelantado en exclusiva LAS PROVINCIAS en su edición web y de papel. Según ha podido saber este periódico, los primeros indicios apuntan a que el crimen fue motivado por una discusión entre los dos por la herencia de la casa.
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La conflictividad entre la pareja había motivado que el arrestado tuviera una orden de alejamiento sobre su hermana, aunque esta ya había expirado hace unos meses, como han confirmado fuentes del caso. «Siempre estaban peleando por los recibos del banco», cuenta Rebeca, una vecina del barrio de L'Olivereta.
Todos conocían el carácter del presunto homicida. José Luis es amigo de la familia de los implicados. «Se enfrentaba a todo el mundo. A mí una vez me amenazó con la correa del perro diciendo que no hablara mal de él», cuenta el hombre.
Según comentan los residentes de la zona, la policía «venía cada dos por tres». «Hace poco amenazó a Mari con que le iba a lanzar los gatos por la ventana», asegura José Luis.
El barrio está conmocionado, pero no sorprendido. José Luis dice con lástima: «Era cuestión de tiempo que hiciera algo así». Los que conocían a Manolo lo describen como una persona problemática. «Cuando te veía escupía a tu lado», recuerda el vecino.
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Sobre la víctima de 61 años sólo hay buenas palabras. «Mari tenía cáncer. Esta tarde iba a ir a que le dieran 'quimio'», lamenta un conocido. Los vecinos de la calle Brasil echarán de menos a la víctima. «Todavía no me puedo creer que no vaya a volver a verla paseando por aquí. Siempre se paraba a acariciar a 'Coco'», dice Rebeca mientras señala a su perro.
En el vecindario no se habla de otra cosa durante la mañana de este jueves. En todos los comercios locales la conversación es la misma: «¿Te has enterado de lo que le ha pasado a Mari?» Los residentes de L'Olivereta todavía tienen que procesar el shock. Además de vivir en la calle Brasil toda su vida, la víctima había trabajado en un supermercado de la zona. Un empleo que la convirtió en una persona muy conocida en el barrio.
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El presunto autor del homicidio no tenía trabajo conocido. Una residente asegura que Manolo acudía de manera asidua a su domicilio para ayudarle con pequeños arreglos. «Le iba a llamar justo ahora para que viniera porque se me ha estropeado una lámpara... Madre mía», exclama la mujer.
La brigada de Homicidios se ha hecho cargo de la investigación y la Policía Científica hizo la inspección ocular de la escena del crimen. Como aseguran fuentes policiales, el detenido se encontraba en la vivienda cuando llegaron los agentes y no opuso resistencia a su arresto. Ahora está a la espera de pasar a disposición judicial para responder de una acusación de homicidio.
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Fueron los vecinos los que llamaron al 091 tras escuchar la acalorada discusión entre los hermanos. Hasta el lugar se desplazaron tres patrullas de la Policía Nacional. Los agentes que llegaron primero al domicilio detuvieron al presunto autor del homicidio.
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