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Otras dos jóvenes han denunciado en los últimos días al entrenador de atletismo José M. B. P., de 49 años de edad, por proposiciones de sexo y tocamientos que sufrieron cuando eran menores, según han confirmado fuentes jurídicas.
El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Llíria continúa las investigaciones al sospechar que hay más chicas que podrían haber sufrido abusos (ahora agresiones sexuales tras la reforma del Código Penal), ya que el pedófilo entrenó a más niñas de otros clubes de atletismo.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, una jueza de Llíria decretó el ingreso en prisión de José M. B. P. tras ser acusado de agredir sexualmente a varias menores y de grabarlas con cámaras que ocultaba en baños o vestuarios. Las víctimas tenían entre 12 y 16 años cuando sucedieron los hechos y seis de ellas, al menos, han presentado denuncia.
El presunto pederasta fue descubierto tras la agresión sexual que sufrió una de las menores, la hijastra del entrenador, que le contó a su madre los tocamientos libidinosos. Antes de acudir a la Guardia Civil, la mujer rebuscó en el material informático de su compañero sentimental y encontró vídeos de pornografía infantil, que entregó a los investigadores el día que presentó la denuncia.
El pedófilo residía en Bétera, pero fue detenido el 20 de diciembre del año pasado en el domicilio de su padre en l'Eliana en el marco de la operación 'Teuladi'. Según las investigaciones de la Guardia Civil de Llíria, el entrenador de atletismo colocaba microcámaras espía en los baños para grabar imágenes de las niñas semidesnudas.
El individuo poseía numerosos dispositivos informáticos con grabaciones que todavía no han analizando los especialistas de la Guardia Civil. Los agentes del Equipo de Policía Judicial de Llíria realizaron tres registros en dos viviendas y un almacén de l'Eliana y Bétera, donde intervinieron fotos y vídeos de contenido pedófilo y dispositivos en los que el detenido ocultaba cámaras para evitar que fueran detectadas.
El presunto pederasta se acogió a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil y negó los hechos, pero hay imágenes que le delatan cuando aparece en una de sus propias grabaciones en el momento que coloca una microcámara.
Los agentes de la Guardia Civil inspeccionaron los baños y vestuarios del velódromo Luis Puig, instalaciones municipales donde entrena el club al que pertenecen algunas de las víctimas, pero no encontraron ninguna cámara. También buscaron dispositivos de grabación en un almacén donde las chicas se probaban los uniformes del club de atletismo.
Algunas de las víctimas entrenaban en el velódromo y otras son menores de su entorno. El pedófilo colocaba las cámaras en un cuarto de baño y un dormitorio, antes de comenzar los entrenamientos particulares en su chalet en Bétera, para grabar a las chicas semidesnudas, entre ellas su hijastra, cuando se cambiaban de ropa.
La Guardia Civil también encontró grabaciones realizadas, al parecer, en baños de instalaciones deportivas, aunque no ha podido determinar las localidades donde fueron filmadas. El entrenador aprovechaba sus conocimientos de informática para obtener y preparar el material de grabación.
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