Dos vigilantes evitan la violación de una mujer junto al Oceanogràfic

Dos vigilantes de seguridad de Metrovalencia evitaron la violación de una mujer de 35 años al prestarle auxilio de inmediato cuando oyeron sus gritos, y posibilitaron también la detención del agresor, un joven marroquí de 19 años de edad, tras una persecución a pie por las inmediaciones del Oceanogràfic en la ciudad de Valencia.

Los hechos sucedieron sobre cuatro y media de la madrugada del domingo durante la ronda que realizaban los vigilantes en la línea 10 del tranvía, que une el centro de Valencia con la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el barrio de Nazaret.

La mujer brasileña acababa de salir de la discoteca Mya, y fue atacada cerca de las vías del tranvía cuando buscaba un taxi para regresar a su domicilio. El agresor se acercó por la espalda a la víctima y la tiró al suelo para luego manosearla.

Los vigilantes observaron primero un forcejeo entre un hombre y una mujer en la plataforma tranviaria, y poco después escucharon los gritos de la víctima, que pedía auxilio mientras intentaba zafarse del individuo.

Uno de los vigilantes se quedó con la mujer, que estaba muy nerviosa, y su compañero persiguió y logró acorralar al agresor en una calle sin salida cerca del Oceanogràfic, según informaron fuentes de Metrovalencia.

Dos agentes de la Unidad de Seguridad, Apoyo y Prevención (USAP) de la Policía Local de Valencia pasaban en ese momento por el lugar y fueron avisados por el vigilante. El joven no ofreció resistencia en el momento de su arresto en la calle Eduardo Primo Yúfera.

Instantes después, la víctima reconoció al detenido como el individuo que momentos antes la había manoseado y robado el teléfono móvil tras tirarla al suelo. Según informaron fuentes de la Policía Local, los "tocamientos agresivos con un claro componente sexual" continuaron hasta que la mujer pidió socorro y los vigilantes acudieron para prestarle auxilio.

La víctima sufrió lesiones en el rostro por los golpes que le propinó el individuo, y se quejaba de dolores en el pecho, porque el agresor le había desplazado una de las prótesis mamarias. Tras recibir el aviso de la agresión sexual, el Grupo de Atención a los Malos Tratos (GAMA) de la Policía Local acudió también al lugar y se hizo cargo de las diligencias.

La mujer fue trasladada al Hospital Clínico para que recibiera atención médica, y posteriormente presentó la correspondiente denuncia. El individuo detenido la agredió sexualmente y le robó también el móvil, según explicó al policía que le tomó declaración.

Los agentes de la Policía Local cachearon al joven y recuperaron el teléfono de la víctima. Llevaba el móvil en uno de sus bolsillos. Tras leerle sus derechos e informarle del motivo de su detención (un delito de agresión sexual y otro de robo con violencia), los policías locales trasladaron al individuo al complejo de Zapadores, donde la Policía Científica le tomó las huellas y una muestra de ADN.

La rápida intervención de los vigilantes de la empresa Garda Servicios de Seguridad fue clave para parar la agresión sexual y detener al autor de los violentos hechos.

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