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El juicio del caso Marta Calvo ha comenzado esta semana en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Tras quedar clara la composición del jurado popular que juzgará a Jorge Ignacio, por la sala Tirant 1 han comenzado a declarar tanto víctimas como ... testigos, guardia civiles y doctores. Falta mucha gente por prestar declaración. En total se esperan cerca de 100 personas que juren o prometan decir la verdad ante las preguntas de las acusaciones y la defensa del acusado de acabar con la vida de tres jóvenes y de haber abusado sexualmente de otras ocho chicas en un periodo comprendido de menos de 500 días hasta la desaparición de Marta Calvo.
En la primera sesión se determinó el jurado popular de 7 mujeres y 2 hombres (más dos mujeres suplentes) que atenderán durante un mes a las explicaciones de testigos, víctimas, peritos, médicos, policías, guardia civiles y forenses. Ya este lunes la fiscal Socorro Zaragoza señaló que «estamos aquí por una madre coraje que luchó por saber dónde estaba y cómo estaba su hija después de no saber de ella». Así lo declaró la fiscal en la primera sesión antes de indicar que «Jorge Ignacio hubiera seguido matando si no es por la madre de Marta Calvo». A partir de ahí comenzaron las lecturas por parte de acusaciones y defensa dejando a la vista cuáles van a ser las principales dudas a resolver en la sala Tirant 1 de la Ciudad de la Justicia de Valencia.
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Por parte de la defensa de Jorge Ignacio se anunció que «ya se verá si la droga utilizada en todos los encuentros conocidos como 'fiesta blanca' la portaba el acusado o alguna otra persona». Antes de eso las acusaciones situaron la presencia de una bebida que Jorge Ignacio habría ofrecido a alguna de las víctimas durante la fiesta. La víctima más joven ha relatado este miércoles que «era un vino blanco de un sabor muy amargo» y que «en ningún momento él bebió. Sólo había un vaso para mi». ¿Qué sería esa bebida que tras ingerirla comienzan las víctimas a sentirse mal?
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En referencia a las víctimas, el análisis de sus edades resulta llamativo, ya que se dan desde una joven de 18 años hasta dos mujeres de más de 35 años en el momento de los encuentros. Marta Calvo resultó ser la segunda chica más joven en el listado de 11 mujeres víctimas de Jorge Ignacio.
La Guardia Civil constató durante la segunda sesión del juicio que al analizar el conjunto de las actuaciones denunciadas resalta «una misma actitud sexual» por parte de Jorge Ignacio, señalando a la existencia de un modus operandi por parte del acusado para con todas las chicas. En la declaración de las dos primeras víctimas el contacto se realizó de la misma forma: preguntar si estaban dispuestas a realizar una 'fiesta blanca', consumo de droga conforme empieza el encuentro sexual y aparición de la cocaína de nuevo en escena en contacto con la vagina. En el caso de la víctima más joven, ella ha relatado que Jorge Ignacio intentó introducirle un dedo con cocaína por la vagina pero que ella se negó.
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El concepto de 'fiesta blanca' va a ser el esencial para que a Jorge Ignacio se le pueda imputar por abusos sexuales, ya que las acusaciones defienden que pese a ser relaciones consentidas, el consumo de la cocaína y su uso excedió a lo entendido como 'fiesta blanca'. Desde la defensa del acusado señalaron que «se sabe hasta la saciedad» lo que implica un encuentro sexual con presencia de cocaína.
Otra de las dudas que ha surgido durante el juicio ha sido a raíz de la declaración de los doctores encargados de un informe para analizar los efectos de la introducción de cocaína por vías genitales. Uno de los doctores señaló que se desconoce «qué cosustancia tenían las rocas de cocaína para que no se deshicieran dentro de una zona tan húmeda». Hasta el momento se ha señalado al consumo de cocaína «de gran pureza», y así se ha repetido por parte del abogado Juan Carlos Navarro, pero la declaración del doctor puede abrir una nueva vía.
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Obviamente la mayor duda del juicio es saber dónde está el cuerpo de Marta Calvo, por qué no ha aparecido ni un rastro de la joven que según declaró Jorge Ignacio fue arrojado en bolsas a diferentes contenedores. Se rebuscó en el macrovertedero de Dos Aguas, pero nada. Según la abogada de la defensa «se demostrará que se pueden tirar restos humanos a un basura sin que se detecten en un vertedero». Mientras, la madre de Marta Calvo espera que la última persona que vio con vida a su hija «se derrumbe y confiese dónde esta el cuerpo».
Queda días, semanas, de juicio. Sesiones largas, con datos y detalles de todo tipo. Surgirán más dudas. Será papel del jurado popular establecer si las dudas se resuelven durante el transcurso de la misma o si en cambio imposibilitan condenar a Jorge Ignacio por los cargos que se le acusan.
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