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A. DASÍ
ALBAL.
Martes, 1 de mayo 2018, 00:45
«Un verdadero infierno», así describen los vecinos de inmueble incendiado la situación que vivieron el pasado domingo. «El edificio se llenó de humo y no podíamos respirar. Oímos dos o tres explosiones», señala una mujer. Este dato es algo en lo que coinciden muchos de los testigos que afirman haber oído hasta tres estallidos mientras las llamas devoraban la vivienda y ascendían hasta los pisos superiores.
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Al parecer, la familia almacenaba gasolina en el balcón por su afición a las motos, lo que pudo provocar las explosiones que incrementaron el pánico de los vecinos. Algunos abandonaron el edificio de forma apresurada y se congregaron en la calle mientras esperaban a los bomberos. «Los cascos de los bomberos se deshacían del calor», aseguró otro de los vecinos. La tensión fue tal que un hombre sufrió un ataque de ansiedad y fue trasladado al hospital. «Calló desmayado al suelo», añadió el vecino.
Ayer, al volver a sus domicilios acompañados por los bomberos, el escenario fue más desolador todavía. «Han tenido que utilizar una radial para poder entrar», explicó uno de los afectados. «Está todo negro, el patio destrozado, tardaremos en recuperar la normalidad», añadió el hombre sin esconder la «indignación» que siente por lo sucedido. «No hay derecho a que haya hecho esto», agregó.
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