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Puerta de la finca donde tuvo lugar el triple crimen de Elche. EFE

«La obsesión por los videojuegos puede hacer confundir a un menor la vida real con la virtual»

Psiquiatras y psicólogos reclaman más prevención y tratamientos para evitar comportamientos violentos de adolescentes por el abuso de las nuevas tecnologías

Javier Martínez

Valencia

Lunes, 14 de febrero 2022

Expertos en psicología clínica, psiquiatras forenses y criminólogos advierten del riesgo que corren los menores ante un mal uso o abuso de las nuevas tecnologías. Aunque en 2019 la Organización Mundial de la Salud ya incluyó el trastorno de la ciberadicción en su clasificación internacional de enfermedades, profesionales de la salud mental reclaman más prevención y tratamientos para los pacientes que sufren adicciones tecnológicas.

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Una saturación de imágenes cruentas o de videojuegos de disparos virtuales pueden generar comportamientos violentos, pero no convierten a un adolescente en un asesino. Los expertos coinciden en que un menor, cuyo cerebro no está tan desarrollado como el de un adulto, puede llegar a confundir un juego virtual con la vida real, y por ello es clave la detección temprana de adicciones tecnológicas para evitar conductas agresivas.

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«El caso de Elche es un caso excepcional, pero conflictividad familiar sí que ocurre prácticamente a diario en muchas familias por motivos del uso indiscriminado de las tecnologías«, afirma Ángel Manuel Turbi, doctor en Psicología y experto en conductas adictivas.

«Nos encontramos en la era digital en un momento social de hiperconectividad, y esto ha cambiado la vida de las personas en general y también la dinámica de las familias. Los conflictos familiares relacionados con el uso responsable de las tecnologías o la adicción tecnológica no existían décadas atrás, pero ahora sí», explica Turbi.

Ángel Manuel Turbi. LP

«Deberíamos trabajar más el tema de la prevención por un lado y también el tratamiento sobre todo con el diseño de estrategias de detección precoz. Cuanto antes detectemos una posible patología, una posible adicción a las tecnologías, más pronto se puede atajar el problema», añade el profesor de la Universidad Católica de Valencia. Una intervención temprana, según Turbi, «es muy importante para que no se cronifique la adicción tecnológica en sus diversas modalidades, desde la adicción a los videojuegos hasta las apuestas».

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Análisis del triple crimen

Tras analizar los primeros datos que han trascendido del triple crimen de Elche, el psiquiatra forense José Cabrera reflexiona sobre las causas de la tragedia. «Un chaval de 15 años lleva una vida normal, tranquila, sin antecedentes, se lleva bien con casi todo el mundo, con familiares, amigos, colegas del colegio, pero tiene una doble vida y vive en el mundo virtual de los ordenadores, pasa mucho tiempo con juegos violentos y muertes virtuales», plantea el psiquiatra.

«A este muchacho en un momento dado le quitan el ordenador como castigo pedagógico por tener malas notas, y la reacción es fulminante con una enorme sangre fría, con tranquilidad, con pausa, esperando a cada uno de ellos. Mata a su madre, su hermano y a su padre, y luego como si de un juego se tratara, acumula los cadáveres y vive con ellos cuatro días. Trágico, increíble, tremendo», señala Cabrera.

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José Cabrera. COLPISA

«Pero no queda ahí el asunto. Cuando le preguntan, el chaval responde fríamente también: he matado a papá, a mamá y a mi hermano con una escopeta porque me habían quitado mi consola de ordenador. Y la pregunta general es la siguiente: ¿hay una enfermedad mental, hay un trastorno por uso de drogas?«, cuestiona el psiquiatra forense.

«Y si no hay nada de esto, y si simplemente es un muchacho que vivía en una obsesión por sus juegos y su ordenador, y para él la vida real era la virtual en vez de ser la que todos compartimos, la de hablar con los demás y estar en el mundo físico. ¿Por qué esa reacción agresiva mortal?, pregunta Cabrera.

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«Ahora los especialistas lo estudiarán, le pasarán test y pruebas, analizarán su vida anterior, hablarán con sus amigos y familiares, y llegaremos a la misma conclusión que se llegó hace ya unos años con el famoso crimen de la catana de Rabadán», explica el psiquiatra. «Hoy aquel aquel chaval está casado, tiene una hija y trabaja como si no hubiera pasado nada. ¿Y si es algo parecido y si este muchacho ha tenido un episodio psicótico pasajero trágico y no hay detrás nada enfermizo a largo plazo?», añade.

«Esto genera una angustia en la opinión pública que no sé hasta qué punto seremos capaces de sobrellevar. El tiempo nos dirá cómo evoluciona este muchacho que puso punto final a la vida de su familia, simplemente, porque le quitaron la consola del ordenador», concluye Cabrera.

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Una patología dual

La vicepresidenta de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, Paz Velasco, plantea una patología dual: «por un lado respecto al hecho de ocultar los cadáveres y convivir tres días con ellos, y por otro lado su adicción a las tecnologías de la información y comunicación, que puede ser tan peligrosa como la adicción a las drogas».

Según la jurista y criminóloga, «estaríamos ante un caso extremo de adicción, pero no debemos olvidar que la Organización Mundial de la Salud considera que la adicción a los videojuegos es un desorden de salud mental». El menor que mató a sus padres y a su hermano «jugaba a 'Fortnite' y se relacionaba activamente con otros jugadores, mientras que en su vida cotidiana era tímido y con poca participación en su entorno social», afirma Velasco.

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Paz Velasco. LP

«¿Un caso de adicción a los videojuegos o nuevas tecnologías? Probablemente sí debido a los cambios que sufrió Santi sobre todo en el ámbito escolar y a su progresivo aislamiento social», opina la criminóloga y profesora de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

«Ahora es muy importante que tratemos con cautela este tema tan mediático para evitar un efecto imitación. No olvidemos que tras los crímenes de José Rabadán, pocas semanas después, Raquel e Iria asesinaron a su amiga Clara, asestándole 32 puñaladas, ante la fama y notoriedad que Rabadán llegó a tener en los medios de comunicación. Querían ser como él y saber qué se sentía al matar», añade Velasco, autora de libro 'Homo Criminalis'.

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Con respecto a la reinserción del autor del triple crimen, el comisario de la Policía Local y criminólogo Benjamín Lara no juzga el asunto en su aspecto más favorable. «El impulso tan terrible y desproporcionado, la frialdad con la que parece haber efectuado las muertes y su posterior reacción nos pone en alerta sobre un difícil caso de posible reinserción», sostiene Lara.

Benjamín Lara. LP

«Es un caso clínico sobre el que los rehabilitadores tendrán que trabajar muy en profundidad, y aunque tenemos precedentes de reinserción como el caso del asesino de la catana, es francamente difícil. El único factor favorable es su temprana edad y eso puede ayudar a conseguirlo», añade el comisario de la Policía Local de Valencia.

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