Un expolicía local de Mislata, Juan José G. H., de 63 años, se enfrenta a una condena de 40 años de cárcel por asesinar a su mujer ... , presuntamente, en el domicilio familiar y provocar luego un incendio en la vivienda para destruir las pruebas que le incriminaban.
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El juicio con jurado popular ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Valencia con las declaraciones de varios vecinos del acusado y la víctima, quienes manifestaron que el procesado se mostró muy tranquilo y tuvo un comportamiento extraño cuando comenzó a arder el piso en la calle Buen Pastor de Mislata.
Dos testigos afirmaron que el expolicía estaba más preocupado por su perro, que también falleció en el incendio, que por su esposa en los momentos que descubrieron el fuego. Una de las vecinas que más confianza tenía con el encausado aseguró que, instantes después del levantamiento del cadáver, el presunto asesino le dijo: «Bueno va, nos vamos a tomar unos whiskies, yo pago».
Sin embargo, otros testigos declararon que Juan José intentó entrar en la vivienda en llamas mientras gritaba el nombre de su mujer y le pedía que abriera la puerta. Fueron momentos de gran tensión en los que los vecinos fueron desalojados por las primeras patrullas policiales que llegaron al edificio.
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Intentos de suicidio
La víctima había intentado suicidarse en numerosas ocasiones (que la defensa cifró en 19) con la ingesta de alcohol y pastillas, cortándose las muñecas o tratando de arrojarse al vacío, pero en todos los casos los vecinos escucharon gritos de la mujer o golpes, lo que no sucedió el día de Nochebuena de 2020, la fecha del asesinato.
El presunto asesino de María Amparo Cortés ya estuvo nueve meses en la cárcel en 1998 tras ser detenido y procesado por violar, presuntamente, a una mujer durante una intervención policial por un caso de violencia de género en Mislata. La víctima murió en el Hospital La Fe días después de declararse un incendio en extrañas circunstancias en su domicilio.
El fuego se produjo dos días antes del primer señalamiento para la celebración del juicio por la violación. La coincidencia motivó una investigación, aunque la Policía Nacional no pudo determinar que las causas del incendio no fueran fortuitas. La Fiscalía de Valencia pidió entonces diez años y seis meses de prisión para Juan José G. H., pero fue absuelto y se reincorporó a la plantilla de la Policía Local de Mislata. En 2012, Juan José G. volvió a ser detenido por un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
Según el fiscal Alfonso Villalonga, el expolicía aprovechó que su mujer se encontraba en un estado de embriaguez, que le impedía defenderse, para cometer el asesinato. «La cogió del cuello y se lo comprimió hasta dejarla sin respiración, produciéndole la muerte por asfixia, y después intentó que no le descubriera la justicia al provocar un incendio de combustión lenta mientras él se dejaba ver en el estanco», explicó el fiscal.
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Pero «el plan no le salió bien porque dejó marcas en el cuello de su esposa cuando la estranguló», según Villalonga, quien añadió que el encausado, en un intento de encubrir los hechos, intentó hacer creer a los vecinos que la víctima se había suicidado o que se trataba de una muerte accidental en un incendio.
También manifestó que el expolicía local puso en peligro la vida del resto de personas que vivían en el edificio cuando prendió fuego a la vivienda, por lo que pide 15 años de cárcel por un delito de incendio con riesgo para los vecinos, y otros 25 años de prisión por el asesinato de María Amparo Cortés José.
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«Los forenses son la clave en este juicio y sin ellos no podría acusar la Fiscalía», concluyó Villalonga tras referirse a «las hemorragias en los dos lados del cuello» que detectaron en la autopsia los especialistas en medicina legal.
La víctima tenía una hermana, María Isabel, quien ha renunciado a cualquier tipo de indemnización que pudiera corresponderle por los hechos que se juzgan. La comunidad de propietarios del edificio situado en el número 12 de la calle Buen Pastor, donde tuvo lugar la muerte de María Amparo y el posterior incendio, tampoco reclama ninguna indemnización por los daños que causó el humo en el edificio.
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El acusado, que se encuentra en prisión desde el 1 de diciembre de 2021, fue detenido por agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional tras una ardua investigación. El abogado Víctor Soriano, que ejerce la defensa del presunto asesino, pidió a la presidenta magistrada del tribunal que el procesado declare en la última sesión del juicio después de que lo hagan todos los testigos y peritos.
Además, Soriano afirmó que la acusación contra Juan José se basa en conjeturas de un informe de la Policía, y recordó a los miembros del jurado un principio básico en el sistema de derecho: «Es mejor un culpable en la calle que un inocente en la cárcel».
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Durante las investigaciones del asesinato de Amparo Cortés, la Policía Nacional de Valencia contó con la colaboración de los agentes de la Sección de Análisis de Conducta, un grupo de élite adscrito a la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Comisaría General de Policía Judicial. Los agentes y psicólogos de la unidad analizaron la conversación que el encausado mantuvo con la operadora del 112 cuando llamó por teléfono para avisar del incendio en su vivienda.
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